Llevo siete años siendo distribuidor oficial de Lebara; he tenido mis rifirafes con esa compañía, y he vivido cómo ha estado fusionándose con Lyca, Llamayá y ahora Más Móvil. Ha sido una sorpresa, pero hoy al abrir la aplicación he descubierto que no tenía acceso. Cuando llamé me dijeron que ayer me habían cancelado la distribución. Así, sin previo aviso.
¿Qué sentido tiene todo eso? Siete años y ni un santo aviso de que, por ejemplo, no cumplía las cuotas.
Es una auténtica locura: ni un correo, ni una llamada, nada. Al menos una aclaración. Nada de nada ¿Es así como hacen negocios? ¿Es esa la idea de firmar contratos? Yo también tengo mis proyectos, hablo con mis clientes para que activen unos productos u otros... Es terriblemente absurdo cómo tratan a los distribuidores.
La última vez que hablé con el comercial me dijo que iba a darme unas nuevas tarjetas para poder activar Más Móvil; unos días después descubro que hace lo contrario: cancelarme directamente.
He tenido que llamarle y ha fingido que no sabía nada; que ya me llamaría. No me llamó para aclararme nada ¿Para qué el decirme que ya me llamaría? Al final le llamo de nuevo después de varias horas y me dice que es porque no cumplí unas cuotas - que muchos establecimientos se habían quedado fuera.
¿Y no podía habérmelo comunicado por lo menos?
Me parece triste cómo desprecian a la gente. Y, en el fondo, no me han hecho ninguna clase de daño moral: siempre me he visto fuera, así que no pasa nada. Pero, ¿y todas esas tonterías de motivar o incentivar las ventas? ¿Es que nunca se lo creían? Toda esta gente siempre dificultó la tarea de una buena distribución al no homogeneizar los servicios, pero claro..., ¿qué sabrá un distribuidor que se tiene que patear el discutir los asuntos con los clientes cara a cara?
Se me hace evidente de que las personas que ocupan posiciones intermedias en las compañías poco a poco volverán a traer la siguiente crisis - en esta ocasión sobre las telecomunicaciones. Y es que no han parado en estos 7 años de hacer muchos movimientos y, como resultado, se ponen a echar "lastre"... No es inteligente: son muestras de que algo huele mal...
Y lo que huele mal, con forma de semiconductor..., creo que están haciendo una criba en virtud de la nueva realidad que están viviendo los fabricantes. Y si está afectando a la capacidad que tienen las empresas para ponerse a correr, eso es que se les está parando el corazón. Cuidadito, porque en esta carrera de fondo..., el que se rezaga se queda fuera: es así como funciona el capitalismo, o haces consumir o te consumes. Y no podemos hacer consumir mientras se congela el dinero en manos de unos pocos habiendo cada vez más superpoblación - además de la crisis ecológica.
El modelo empieza a echar espulmarajos por la boca.
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