Tras leer este post ahora sí que me vais a llamar rojo...
Dime en qué flaqueas y te diré que defiendes..., dime de qué presumes y te diré qué careces..., dime con quién andas y te diré de qué enorgullecerte.
Vamos a hacer una cosa, cada cual tendrá la oportunidad de intentar responder a la siguiente pregunta, que un ordenador estaría obligado a responder correctamente - mientras que un animal sesgado sucumbirá a responder como lo haría alguien de derechas. Bien es posible pensar que la respuesta de izquierdas quede reconocida y, al mismo tiempo, debamos seguir defendiendo algunas posturas de derechas - en la medida de que nadie come a base de utopías. Pero empecemos por el principio y no adelantemos acontencimientos.
Monosabio: ¿Qué es lo primero a lo que todos tenemos acceso a la misma vez y que todos acabarán por echar en falta tras perderlo de manera inexorable sin excepción?
Capi: ¡El dinero! Todo es capitalizable, todo tiene valor. Y una vez otorgado dicho valor siempre que lo ganamos lo perdemos o malgastamos. Por eso siempre lo añoramos para recuperarlo lo primero de todo. Cualquier necesidad ya sea el agua, la esposa..., todo tiene un valor especulable y eso es lo primero que tiene: un precio.
Espi: El amor no tiene precio, señor liberal. El amor y la fe, la devoción, es lo primero a lo que todos tenemos acceso y con el tiempo acabamos por perderlo porque la vida son nudos y problemas. Los paradigmas de la felicidad te hace perder lo que más quieres para que puedas valorarlo mejor.
Aris: Tu familia siempre estará ahí, señor espiritual. La herencia es aquello con lo que todos nacemos y, con el tiempo, se va gastando. Todos dependemos de una familia y queremos constituir otra. Es ley de vida y los clanes son los que marcan el paso de qué tiene valor y qué no lo tiene.
Capi: El dinero es la medida con la que la familia contabiliza su herencia.
Espi: Lo que une a la familia es el amor.
Aris: Hay que querer a todos tus hijos de todas formas, y deben recibir siempre una herencia.
...
Monosabio: Ninguna de las tres respuestas tiene valor, porque hay una cosa que se gasta mucho antes que todo eso y que no depende de absolutamente nada de lo que habéis dicho. Es más inmediato que el aire que respiramos, pues aún hasta podemos aguantar la respiración y este recurso se pierde inexorablemente y, al mismo tiempo, aun perdiéndose todos lo apreciamos, y aun adquiriéndolo de la manera más inmediata no pierde valor, por mucho que se replique y se reitere.
Pues bien, llegados a este punto los tres ogros intentaron adivinar tras aumentar su nivel:
Aristo: La salud, algo que se pierde con tiempo, pero que volvemos a recuperar.
Espiri: Hasta que la pierdes. Es el áscesis del alma, pues ésta es imperecedera y recupera su esencia tras ponerse a prueba.
Capita: Las peores pruebas las pasa el pobre. Hablamos de la productividad, de la capacidad que se tiene para generar ganancias en el menos tiempo posible; la perdemos con la oportunidad que nos ofrece nuestro tiempo, pero todos acabaremos por recuperarla.
Aristo: Pero se recupera sola, como la salud; que conforma una orgánica perfecta.
Espiri: Nada más perfecta como la propia voluntad y capacidad para llegar hasta las alturas.
Capita: Siempre tendremos tiempo de ganarnos el cielo, pero más vale tener un vida productiva en la tierra...
...
Monosabio: Ninguna de las tres respuestas tienen valor, porque cuanto más productivo antes se deshace todo lo que tenemos, la voluntad no es accesible para todos y la salud depende de muchos factores externos. Producir mucho puede llevar a la desaparición de nuestro medio ambiente, por lo que el recurso no se reconstruye, y éste debe ser incombustible.
Llegados a este punto los tres ogros aumentaron su nivel de respuesta:
Espiritual: Dios es incombustible, nuestra comunión a él es lo que nos enriquece y envuelve. Él es lo que nos motiva, razón primera y última. Él es nuestra alfa y no hay molde que lo imite.
Capitalista: Si no tiene imitación tampoco tiene reiteración. Es la ambición de poder que nos empuja a todos a querer tener más. Si fuéramos perfectos egoístas nos preocuparíamos del futuro, cuanto más consumimos más nos damos cuenta de que el consumo nos consume. Por eso se retroalimenta y se recupera.
Aristócrata: La ambición te destruye, y el ser humano medra. Nos es natural formar una familia y medrar, por eso lo que es incombustible es nuestro deseo de conservación, la patria. La Patria nos duele y se gasta, y tan pronto como nos valemos de ella para defendernos, la Nación renace con nuevos adeptos que la alimentan y a la que pertenecen aunque no quieran. Se someterán a ella...
Espiritual: Se someterán a un falso ídolo, pues sólo Dios es el objeto de su amor.
Capitalista: Todo eso sólo son supercherías, porque al final las instituciones se mantienen gracias a la ambición.
...
Al final, ¿cuál es ese recurso que es la referencia de todo, que se gasta inexorable, se consume manteniendo su valor, se hace incombustible y, a la vez, disponemos de él lo primero de todo y no podemos desprendernos de él, ni podemos despreciarlo, y siempre es posible que lo malgastemos, lo perdamos, pero siempre se dispondrá de él...?
El tiempo.
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