Había un viejo en una bicicleta. Entonces, un furgón de correos intentó pasar, pero el de la bicicleta se mantenía correctamente en su carril.
Es una historia absurda, como la mayoría de las cosas que suceden. Un señor en una bicicleta a las 8 de la mañana guardando correctamente su derecha en un carril más o menos estrecho. Luego aparece un joven que está trabajando en Correos y no puede sobrepasar la bicicleta. La calle admitía la posibilidad de que la bicicleta invadiera trivialmente el andén, pero es algo no contemplado por el propio código - lo sobreentiende el trabajador del furgón, que se pone a pegar pitidos.
Mientras andaba yo por esa zona escuché los pitidos y vi la escena, como una extensión de lo que al parecer iba a seguir sucediendo. El conductor del furgón gritándole que se fuera a un lado, y el de la bici respondiéndole: "¡pues arróllame!".
Una enfermera de una residencia cercana vio la misma escena y su lectura fue: "siempre los mismos problemas los que generan los que van en bicicleta". La verdad es que me sorprendió su análisis: era un anciano, creo que era inmigrante marroquí, iba en bici, circulaban en una carretera estrecha, respondía airadamente..., y en lo que se fija es que era un ciclista.
Yo lo que veo es que la gente sobreentiende muchos comportamientos como "normales", se pone a tocar el pito con mucha facilidad al margen de hasta qué punto es legítimo hacerlo y, por si fuera poco, está el comportamiento sospechoso: la invitación a ser arrollado.
Todos sabemos que los coches en esa carretera no suelen respetar, como si los peatones tuvieran que esperar a que el vehículo pasara, cuando técnicamente debería de ser al contrario. Son cosas propias de la ciudad y sus malos vicios con los coches. Pero los ancianos, con la llegada del coronavirus, los veo cada vez más asiduos al suicidio, a la autoeliminación..., es como si se hubieran convertido en un lastre para la gente. Como si no quisieran seguir estando entre nosotros.
Puede que me equivoque.
En cualquier caso, el del furgón, aun siendo consciente de que no tenía legitimidad para hacerle aligerar el paso, sabiendo que se dirigía a una persona mayor..., bien pudo haber sido un pelín más cortés. No le habría costado tanto. Además de que ¿desde cuándo los de Correos tienen "prisa" en hacer sus entregas?
Hoy mismo, tenía previsto dos entregas de dos proveedores. Una vez recibidas, las dos entregas estaban mal en algún aspecto. Es algo inaudito: no me había pasado casi prácticamente nunca, que yo recuerde. Y va y me sucede dos veces, y el mismo día. Un suceso completamente imprevisible, al cuadrado. Y el mismo día en el que veo al de Correos confiriendo gritos.
Yo..., porque no soy supersticioso..., pero si lo fuera juraría que algo se entrevee entre la gente. A ver si es cierto que nos estamos volviendo más..., gilipoyas. A ver si son ciertos los vaticinios de la idiocracia.
Reíros..., pero o es eso o la bruja Lola me ha puesto dos velas negras por no creer en supercherías.
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