sábado, 28 de marzo de 2020

Volver a escribir en soledad

El tiempo transcurre con su incertidumbre sin saber si lo que nos deparará a medio plazo podría ser o no algo de especial crueldad. Mientras, he observado que el cielo me sabe más azul, el sol más amarillo, los olores más puros..., lo que en otros años me era imposible disfrutar ahora lo percibo - quizá debido a esa peculiar mezcolanza de alerta, exclusividad, melancolía...

Lo vivible se vive diferente, y aún no hemos vivido ni el final de este hard reset, ni el comienzo de los otros dos o tres que, como mínimo, tienen que venir - por el tipo de economía que se lleva a cabo. Sin embargo, después de lo mal que salimos del 2008, que no resolvió el problema, dudo que se sepa afrontar las crisis financieras asociables a estos sistemas.

Esto mismo se habrá visto reflejado en varias obras, que si bien no podían prever exactamente esta catástrofe, sí se nos hablaba de la diferencia entre una crisis dura y una niñería tipo crash del '29. Y es que las crisis duras vienen asociadas con múltiples crashes, como es lógico.

En mi novela mencioné un cataclismo asociado con la radiación, y al sometimiento de unos bichos mutantes, sobre los cuales giraría toda la obra. Sin especificar su tamaño, sólo me preocupé de asociarlos con el mundo del antiguo Egipto, la idea del escarabajo pelotero - pero llamándolos cucarachas de cuatro patas. Porque cuatro eran las patas de la visión de Ezequiel del trono de Dios..., quería darle un tono apocalíptico o apoteósico.

Entonces se respiraba en esa novela el ambiente que, poco a poco, respiramos ahora. La idea de que no se sale de casa, que la gente que vive fuera son los inadaptados, que hay lugares como prohibidos del pasado, y peligrosos por la radiación... También tocaba el tema de que Japón y Europa se habían separado económicamente, cada uno afrontó su crisis de manera diferente. En Japón no tendrían esas estrellas rojas, la renta básica. Tenían otro sistema. Por supuesto el trasfondo encaja con el panfleto que he estado escribiendo aquí: ya tenía todo previsto desde muchos años antes. Todo era previsible.

"Los mansos heredarán la tierra" ¿A qué precio? Para cuando salgamos de la crisis lo descubriremos. Porque si se siguen manteniendo las fórmulas entonces otro capuzón financiero nos devolverá a nuestro estado convaleciente. Sólo hay dos modelos posibles para salir de un hard reset con superpoblación. El tercer modelo pasa por la asunción del genocidio, con África, al estar aislada, se podía asumir..., pero ahora me temo que ya no se podrá hacer nada.

Cuanto más mortal es un virus menos capacidad tiene de propagarse; así que era cuestión de tiempo de que se diera la combinación perfecta. Cuestión de tiempo y de hipocresía médica, claro. Porque esto muy bien se pudo haber previsto mediante unos mínimos de sanidad internacional accesible.

Pero me veo otra vez desahogándome en vano aquí escribiendo en soledad, para evitar tener que acechar mi habitación mañana domingo - pues nuestro presidente regional ha impuesto no poder trabajar domingos ni festivos, así como cerrar los negocios a las 19'00. Así que desde hace una semana me veo obligado a trabajar aún menos, a ganar aún menos. Cuando ya lo que ganaba era bien poco.

Lo de cerrar a las 19'00 era algo que iba a hacer..., pero lo de los festivos y domingos..., será una reclamación sindical policial. Nada, no me quejo. En cierta manera es secundario. Pero lo que antes trabajaba ahora lo voy a vivir encerrado en mi habitación. Que, total, aburrido no voy a estar, pero siempre me quedará esa sensación..., no sé, de perder el tiempo. Si no trabajo no soy persona.

Aún se me ocurren ideas, maneras de ser útil ¿Qué tal si formalizo distintas maneras de divertirse y termino algún capítulo en condiciones de mi libro "Es de sabios saber divertirse"? Podría hacerlo accesible para que los que se queden en casa siempre puedan hacer algo..., en solitario, contra otro jugador, con varios..., aislados en casa. Al fin y al cabo ya tengo esquemas sobre cómo acabar el libro. Ahora tendría una motivación para acabarlo..., creo. Motivación que existiría si realmente a alguien le interesara leerlo, claro.

También tengo previsto ese fichero que crea pasatiempos en PDF. No es difícil. Lo que pasa es lo de siempre: en cuanto descubro la manera de hacerlo me aburre, ya no es un misterio. Ya es ponerse. Y para ponerse hace falta la motivación. Motivación que existiría si realmente a alguien le interesara leerlo, claro.

Voy a tener que asumirlo. Podría dedicar mi domingo a programar una nueva técnica de compresión, para ver si funciona, si no..., o da igual, dudo que mejore a los actuales - no he llegado a vincular mi tecnología exclusiva con el problema de la compresión. Tal vez me documente y busque el problema entre los NP-co, a ver si se encuentra..., o no. Sería curioso, para ver si puedo hacer alguna jugada aprovechando ese anillo..., el que los gobierna a todos..., el que me permitiría sacar dinero del cielo si quisiera usarlo para tales propósitos. Pero que, de hacerlo, vendrían los Nazgul vestidos de señores del fisco y me reclamarían cosas sin pruebas, como ya vienen haciendo esos hijosdeputa - sin pruebas me multan.


Pero vuelvo a este blog. Me da igual lo que escribo. Escucho una música simple, mientras sigo escribiendo. Dentro de unos días deberé decidir si liquido esta empresa o qué hago. Idealmente debería de encontrar un trabajo, o bien podría dar con una innovación tecnológica que no esté sujeta a las mentiras de algún sector académico o a las especulaciones de alguna corporación. Podría aportar algo...

Y me viene a la mente esos artículos que hablan de inteligencia artificial, cuando ese término es el que se reserva justo a los que no entienden del asunto en cuestión. Los expertos en deep learning han descubierto que el intrusismo viene del lado de los que hablan de la inteligencia artificial. Digamos que eso mismo me pasa a mí: el uso que le doy a este blog es un sustitutivo de otra cosa, como si ahora mismo tuviera que estar haciendo algo y, sin embargo, me quedo escribiendo aquí. En vez de hablar de ingenieros informáticos, lo cual es un currículo concreto, hablamos de expertos en inteligencia artificial, lo cual es el mismo currículo..., pero más etéreo.

En vez de ponerme a hacer nada me encuentro mejor dejándome llevar por escribir cosas sin sentido..., por hablar por hablar. Lo que menos le gusta al cartagenero medio.

Poco a poco la gente está bajando la guardia. Lo noto. Poco a poco la gente está como sacando más y más la cabeza. Pero se les olvida que, para cuando superemos el pico aún nos tocará aguantar a nuestro socio dependiente: EEUU. El gigante que depende tanto de Europa, como Europa depende tanto de España. Son como esa mosca cojonera que es desproporcionalmente más grande que nosotros, pero que se ven a sí mismos como si fueran necesarios. Son necesarios para que sus propias cuentas cuadren - el día en el que empecemos a contar las cosas de otra manera será como para mandarles a la mierda.

Espero que se sepa hacer bien las cosas. Porque mantener la continuidad de lo que ocurre puede ser un lastre mucho más duro de lo que parece: porque siempre habrá riesgo de recaída, y de que en pocos meses haya que volver a enclaustrarse.

De todas formas ya se irá viendo. No pienso liquidar mi negocio, aunque salga perdiendo. Mañana veré si termino algún miniproyecto.



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