lunes, 9 de diciembre de 2019

El mundo y sus omertás

Es curioso cómo por el momento les va funcionando bien a ciertas compañías el actuar a base de omertás. Creen que si inducen el miedo en la población éstos acabarán como domados y tendrán que aceptar las consecuencias.

El problema es que eso es simplemente estúpido.

Por un lado, los CEO tienen preocupaciones de atraer el mayor número de clientes posibles y, por el otro, los directivos del apartado logístico (los encargados de llevar a cabo la dirección de la producción), tienen un lenguaje oscuro y muy corporativista. Eso no es inteligente. Porque lo que se consigue con eso es romper la propia credibilidad de la empresa.

Quizá con el tiempo se encuentre la manera de crear una balanza equilibrada. Puede que genere una cierta sensación como de olvido. Pero las empresas que se dedican a ocultar sus fallos lo único que consiguen es crear crisis patológicas mucho más empinadas, imprevisibles.

Cuando una empresa acaba en crisis lo normal es que ésta se produzca tras mantener su alza por mucho tiempo. Este enfoque es el que se produce cuando esta empresa tiene un comportamiento corporativista, falso..., basado en seguir ocultando los trapos sucios. Al final, para cuando ésta se muestra débil todos a los que ha hecho daño le devuelven el golpe. No es una postura inteligente.

Una empresa inteligente es capaz de dialogar de manera autoritaria con los problemáticos, los marrones. Es capaz de tener un lenguaje que no necesite ocultar, una manera de funcionar que sea digno de exponer para ser un ejemplo para todos. Esta manera de trabajar provoca que los productos y servicios sean de calidad, que en el interior de la empresa asciendan los mejores, y que los que tienden a ocultar cosas se vayan viniendo cada vez más abajo. Cuando se tiene una manera de lidiar con los descontentos ignorando sus reclamaciones no importantes, para indagar con insistencia en los puntos que sí lo sean, al final el propio usuario puede ser testigo de sus errores; se trata de darle las claves para que  lo deduzca por otros medios. Es decir, en momentos de crisis, el usuario se sentirá poco seguro de querer machacar a la empresa que le defraudó.

Ya me llegó a pasar que un funcionario que trabaja en juzgados me pidió un servicio que yo hacía gratis (poner el teléfono a punto). Sin embargo este hombre me dio un teléfono antiguo, con sistema operativo por actualizar y su tarifa era muy ajustada. Cuando le decía que mejor debía configurar esas actualizaciones por sí mismo él me insistió en que yo me encargara, se gastaba un poco más en una recarga..., total, que como pasa con los casos extremos, al final fui abocado al fracaso. Explicar lo que pasó y dejar claro porqué el error era  mío no me fue difícil, pero una vez expuestos todos los incidentes que me fui encontrando y el hecho de que mi trabajo siempre fue gratis la cosa no se podía imponer tanto...

En definitiva, ya he visto muchos usuarios que se comportaban de forma airada conmigo, pero éstos están destinados a ser menos; y ellos son los que acabarán en otras tiendas donde quieran aferrarse a gente indocumentada e impaciente.

Como conclusión, en Cartagena mi tienda sigue abierta a pesar de no ser una macrocompañía de móviles. Con una inversión muy pequeña me dedico a lo que me dedico, y en el peor de los terrenos (en un hospital). Pero que no tenga verdaderas crisis de clientes no significa que me vaya bien. En el mundo de los móviles aún la gente se fija en el exterior...

Las grandes compañías no saben lo que se pierden por invertir en un producto cada vez más absurdamente potente. El alimentar ese tipo de usuarios no ayuda en nada. No necesitamos procesadores tan potente, ni un hardware que siga evolucionando. Lo vemos, por ejemplo en la venta de coches: lo que importa no es tanto un motor más potente, o que tenga un ordenador de a bordo..., lo que importa en los coches es que sean un reflejo de los propios usuarios.

Lo primero que hago cuando vienen a mi tienda y me piden un servicio o producto telemático es intentar centrar la conversación hacia qué tipo de uso espera de él. Es decir, el cliente no quiere lo mejor: el ingeniero sabe que lo mejor para uno no es lo mejor para otro. Hay que dar con las especificaciones de cada cual.

Por eso, esa manera que tienen de desarrollar equipos cada vez más potentes, en vez de hacer evolucionar las distintas gamas en virtud de su uso, es uno de los mayores fracasos del modelo económico actual. Más allá de que esté destino al fracaso, por atraer a esos usuarios/clientes cuyas exigencias antiecológicas no van a ir a ninguna parte.

Producir más y más como si los materiales pudieran seguir esa procesión aritmética cada dos años. En un momento dado la crisis del Coltán o la singularidad misma de los materiales usados será el que provoque que no puedan salir las empresas tecnológicas de su crisis. Es algo demasiado obvio para el que entiende de lo que hablo.

Se han estado centrando en crear una especie de criatura lo más parecido al ser humano para intentar reflejar un modelo único de herramienta que sirva para todo. Menuda estupidez. Mientras tanto ya hay máquinas que invierten en bolsa y deciden el destino de la humanidad al margen de las necesidades humanas: skynet hace décadas que se estuvo desarrollando - no tiene forma humana, construye fábricas, desecha productos que se crean en cadena..., destruye el planeta, y a nadie le importa.

Se ha estado centrando todo en un robot antropomorfo, cuando la inteligencia que probablemente haya superado o que supere la singularidad no tiene más remedio que ser el resultado de una red de equipos que adopta decisiones financieras.

Y esa estructura que comanda a las grandes fortunas fija sus agendas y les obliga a invertir y crear cosas concretas. Les obliga a destruir empresas y, en la medida de que genere beneficios, las versiones de ese código capaces de autorreplicarse seguirá evolucionando y aprendiendo para hacer a sus esclavos más y más ricos. Que acumulen un dinero que nunca en su vida usarán. Así como se seguirá diseñando un hardware cuyo poder nunca se terminará de aprovechar - todo lo más, dejará unas enormes y gigantescas pasarelas por las que podrán pasar teras y teras de información para que otros grupos se encarguen de hacer un espionaje profundo.

Pero claro..., tantas teras de información y tanto espionaje, tanta corporación de fachada y errores en falso, todo eso tiene sobrecostes y, como es lógico, esos equipos humanos son incapaces de manejarse con tanta información. Lo normal es que se centren en investigar siempre a los mismos, bajo patrones muy repetitivos y absurdos..., de vuelta a la omertá.

Este tipo de sistemas están abocados a vivir crisis profundas: todo crecimiento que tenga dejará una sombra proporcional al tiempo de crecimiento. Sin embargo, cuando hablamos de sistemas de calidad, todo crecimiento que tenga dejará siempre una sombra constante - estructural. Esto es porque el tamaño de la facturación no hace al tiempo de reestructuración de la crisis, sino el tamaño de empresa cuando ésta es meritocrática.

Aunque esa afirmación es un postulado que presento en contra de las credenciales cortoplacistas que se ponen en el modelo actual: skynet no me daría la razón porque existe una efectividad local que le funciona y un deep learning es incapaz de entender de dónde vienen las crisis y los momentos de alza. Por eso, alimentar los departamentos y factorías que funcionan a base de omertás es algo que un algoritmo conexionista elegiría, obviamente: ¿no es eso lo que elegiría un psicólogo conductista? Pues es cuestión de imaginarse que hemos vuelto a los años del palurdismo en psicología, con experimentos a lo Merenguele, sólo que no lo percibimos porque el sujeto se encarga de llevar a cabo la financiación de grandes corporaciones con una visión de conjunto que el ser humano muy difícilmente puede imaginarse (al haberse superado muy probablemente la singularidad).




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

Entradas populares