https://youtu.be/yZPF0YT5gWw?t=636
¿Qué es lo que nos ha hecho llegar hasta aquí?
En la actualidad el feminismo se ha convertido en una mascarada incomestible. Tanto es así que la única explicación de porqué hay hombres que lo defienden debe ser porque ellos mismos son muy mala gente y, porque se sienten culpables, consideran que les es inherente y están condicionados de nacimiento por ser hombres. Así que consideran que todos son como ellos.
La cosa es que el patriarcado existe y tiene repercusión sobre la sociedad, pero desde la irrupción de leyes que vulneran derechos fundamentales de hombres y mujeres con la excusa de proteger a la mujer ahora se ha reforzado aún más el patriarcado al conseguir que el varón sea víctima real del sistema.
No hay que olvidar qué es el patriarcado: patriarcado no significa que el varón tenga más derechos, significa que todo ocurre en la medida y según el patrón del varón. Es decir, como decía Simone de Beauvoir, el patriarcado es lo que convierte a la mujer en el segundo sexo.
Cuando, en nombre de la libertad, se vulneran los derechos más básicos lo que se consigue es lo que consiguió Hitler: hacer que sionismo se convierta en el referente de nuestra sociedad actual. Y no me equivoco: los judíos, como raza, no existen porque no existen las razas. Esa identidad como pueblo (etnia) se convierte en un constructo exclusivamente mediante los designios del sionismo, igual que lo fueron las aspiraciones dogmáticas de Hitler con respecto a su lucha.
Ahora vemos que la historia se repite, ésta vez de la mano de un famoso sionista.
Para responder la pregunta sólo tenemos que ser conscientes de qué es lo que hace mover al mundo. Podemos partir de la pirámide de Maslow: la Revolución exige encontrar personas que comprendan lo que es la Felicidad para que puedan contagiarla, la Revolución exige encontrar personas que estén cubiertas en sus necesidades más básicas para que sancionen los problemas sociales y culturales. Es decir, la Revolución exige burguesía. Hoy día seguimos igual: quien tiene el dinero y tiene la paciencia, con el odio necesario puede adquirir el poder.
Rondaba el año 2005, ése fue el germen. No sabría si fue un año antes o un año después. Entonces surge la cuestión, y de ese eje podemos ver como conclusión una película de esos años: Idiocracy. El tema central era: ¿qué hacemos con la superpoblación? China descubrió que el capitalismo le permitió controlar mejor su excesiva natalidad, dale a una mujer aspiraciones capitalistas y no querrá
tener hijos. Sin embargo, eso no era suficiente. Poco a poco China querría consumir recursos como lo hace Europa, de hecho, aun siendo una superpotencia como lo es en absolutamente todos los sentidos sin excepción, ese imperio consume muy poquita energía..., se notaba de que algún día el problema estallaría.
La nube de humo que rodea a Pekín no es un buen ejemplo de lo que quiero para ninguna capital de ningún país. Pero la nube de humo que rodea cualquier población estadounidense... El asunto es que el futuro, en manos de esas superpotencias sería una auténtica basura.
Pero claro, ¿qué pasa cuando tienes mucho dinero y quieres usarlo a largo plazo? Esa fue la conversación: en una democracia, si no queremos que se reproduzcan ¿a quiénes nos conviene diezmar? Aunque quisiéramos, al segundo sexo no se le podría diezmar: "los hombres no nos lo permitirían." Este fue el nacimiento de ir subvencionando a esos grupos de presión.
Se trataba de poner dinero y más dinero a las asociaciones que se dedicaban a radicalizar la lucha como lo hacían las SCUM ¿Nunca nadie se preguntó por qué La Tuerca después de la primera bandada feminazi siguió manteniendo a la que presenta El Tornillo cuando los presentadores de La Tuerca han ido rotando continuamente? Obviamente no lo puedo saber, pero cuando recibes subvenciones no se hace a fondo perdido.
El efecto a largo plazo ya lo expliqué en un post. Cuando hablé del plan bien desarrollado basado en un experimento que se hizo con ratones. Sin embargo, las personas no somos ratones. Y una clara demostración de eso es la irrupción de Trump. Ahora mismo, tenemos mejores análisis sobre la irrupción de VOX. Poco a poco empieza a resonar nuevos ecos, aunque me gustaría un VOX de izquierdas y no un VOX que defienda a los que tienen más dinero - pues eso hace que no cambie nada.
Quizá la idea, en el fondo era buena: se crea una situación de caos institucional (leyes feminazis) para dejar en mal lugar a los que sean progresistas, así la izquierda acabaría muriendo para que reine una suerte de anarquismo donde reinaría la plutocracia (falangismo, VOX, Trump, LePen, etc).
Al final la izquierda volvería a renacer para las siguientes generaciones, reafirmándose a partir del caos reinante y seguiríamos teniendo un mundo de mierda ¡Menuda agenda!
Desde que cayeron las torres yo dejaría de ser analista político, desde el 2006 aproximadamente los jueces de lo penal dejaron de consultarme como perito para sus sentencias. En estos momentos, completamente aislado, estoy viendo cómo resurge lo que advertí a los ministros socialistas que iban a ser levantados por los barones para cuando se presentaran: si hacéis eso (ley de la violencia de género, al principio quisieron llamarlo ley contra la violencia de la mujer y no les gustaba generalizarlo a doméstica o de sexo con lecturas que no hacían distinción) entonces los varones se levantarán y todo se desmontará. Barones contra varones.
Lo que pasa es que la revolución siempre viene de la mano de quien pone el dinero para que la gente pueda olvidarse de sus problemas más básicos. No hay que olvidar que fue así como cayó ETA en España: llega la crisis, sus ideas burguesas se pierden. En Cataluña lo que hace perdurar el conflicto obviamente es que sus defensores viven a costa de la ciudadanía por fomentar el conflicto. Es muy simple.
Por eso, en cuanto cogieron a Pablo Iglesias por banda al pasar por EEUU todas esas premisas que teníamos acordadas, todas esas conversaciones en Vallecas en el 15M, todas esas reflexiones previas al documento "Mover Ficha"..., se olvidaron, más en concreto la pieza clave: Renta Básica Universal. Es cuestión de imaginarse cómo sería el mundo si en España viviéramos como en Cuba o Venezuela, más allá del filtro de los intereses de los medios de comunicación.
La cosa es que la idea de amor que ha sido alimentado por la literatura occidental se ha ido para desplazarse por la idea de horror propio de la cultura de EEUU con sus sistemas morales. Esto es, si antes era el amor lo que movía a las masas, ahora las películas que calan mejor sobre la sociedad son las de miedo - con sus correspondientes moralidades. Alimentar esos miedos es más sencillo que fomentar ideas pastelosas desde los medios de comunicación. Así es como quieren afrontar su crisis los medios de comunicación, asimilando los memes culturales del miedo.
Mientras tanto, como nadie me lee ni gano nada, ni tampoco me dejan abrirme el Twitter..., seguiré desahogándome aquí siendo leído por vosotros: unos meros sucedáneos.
Hasta la próxima,
sucedáneos.
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