sábado, 7 de enero de 2023

Las dos álgebras

Tenemos a un señor con su cátedra y se dispone a redactar su ensayo. El ensayo, en sus pretensiones, pretenderá ser lo más riguroso dentro de su materia. Para ello se valdrá de herramientas como referencias a otros trabajos, o de mediciones hechas que deben ser inteligentemente combinadas, habrá un proceso de cocina para la depuración de toda la información y, por consiguiente, una hipótesis de partida sobre lo que condiciona un trabajo de investigación personal.

Muchos me querrán corregir, ya que los ensayos suelen tratar sobre las investigaciones que se han hecho de antemano y, en ocasiones, suelen mezclarse con los ensayos que expresamente inician alguna comprobación adhoc para falsar o corroborar ciertas hipótesis. Está claro que resulta más fácil trabajar primero, recopilar datos y tomar las conclusiones a posteriori.

Ese señor o señora, con su cátedra, tendrá que valerse de alguna disciplina para defender alguna suerte de notación que haya inventado para recopilar todos sus apuntes de la manera más eficiente. Es decir, con una suerte de funcionalidad, los símbolos buscarán no ser repetitivos allá donde la repetición no incorpore información de interés, y tampoco habrá demasiada economicidad pues también se desea que la notación sea inteligible. La mayoría de los símbolos que suelen usarse suelen ser acrónimos, formatos de trama (cómo se llaman a los documentos con símbolos especiales), operaciones que incorporen simetrías de grupo y ya, en última instancia, álgebras no lineales o incluso ininteligibles en cuanto a que sean producto de cómo es invocada la máquina para que las use.

Visto así, esa notación de la que hablaba podría llamarse "álgebra", pues tiene una serie de reglas que ayuda a crear una suerte de isomorfismo. Es decir, nos valemos de ese álgebra por la sencilla razón de que es más funcional que si vamos repitiendo las largas palabras, sus formulaciones, etc...

En esa economicidad del lenguaje observamos que aún nos restan dos filosofías a la hora de constituir esas álgebras - lo cual es el late motiv de este blog. 

Un álgebra se compone de elementos y comportamiento. Cuando la notación solo es un glosario de acrónimos parecería que no existe ninguna clase de comportamiento, y no es así: el comportamiento de los elementos consiste en las reglas de composición de siglas - es decir, en qué sentido podemos combinar unas siglas con otras y relacionarlas entre sí. Por tanto, siempre existe un comportamiento o relaciones y operaciones entre los elementos.

No me parecerá interesante ahora mismo distinguir entre relación y operación, pues la diferencia estriba en que la operación es la relación que devuelve un elemento del grupo, por lo que se puede considerar una relación más restrictiva. Pero sí se tomará en consideración cuál es la naturaleza de todo el comportamiento, más en concreto: si el comportamiento queda definido por los elementos o si los elementos deben encajar a partir de un comportamiento dado.

A la filosofía que adecúa al comportamiento lo llamo formalismo, y a la que restringe el uso de los elementos a partir de su comportamiento constructivismo. Ambas filosofías constituyen una matemática independiente entre sí y, por tanto, tal álgebra confiere resultados exactos: son dos filosofías exactas que, al ser independientes, con exactitud pueden entrar en contradicción.

La contradicción de dos álgebras radica en la idea de funcionalidad o, por así decirlo en términos más generales, en la idea de eficiencia. La eficiencia de un proceso se puede dividir en dos constantes: la que hace de exponente al tamaño de la entrada y la que multiplica a la operación anterior. Cuando le damos importancia a la adecuación de la máquina a la realidad obtenemos una eficiencia formalista, mientras que si nos centramos en la explosión combinatoria del comportamiento de los símbolos la eficiencia es constructivista.

De la misma manera, las máquinas de Turing entrenadas a partir de las entradas que van a invocarlas bien pueden ser llamadas máquinas de Turing formales, pues equivalen a un manual de instrucciones. Mientras que las máquinas de Turing que arropan un comportamiento con independencia de los valores que adquiera la cinta serán llamadas simbólicas, pues trabajan con símbolos y no con formas. Y esos símbolos, bajo la filosofía constructivista, conformarán nuevos símbolos - distinto de lo que es una forma, que probablemente no pueda ser invocada tras un número máximo de operaciones debido a su carácter difuso.

Adecuar la notación a los resultados del científico ofrece una perspectiva participativa del científico dentro de su propio cierre categorial, tal como lo define Gustavo Bueno. Mientras que si en vez de usar un enfoque formalista opta por desarrollar una notación constructivista, entonces deberá reusar de principos lógicos como el de la complementariedad y considerará que las afirmaciones que no se hayan construido a partir de las piezas más pequeñas no podrán ser aceptadas, esto es: las demostraciones al absurdo solo son formalismos y de la mezcla puede emerger las limitaciones de dicha notación para avanzar en potencia.

Ya había comentado que había como cuatro grados de potencia en la notación escogida por el científico, clasificamos las álgebras como de: acrónimos, formatos, grupos y no lineales. La mezcla de comportamientos formales con comportamientos constructivistas provocará que las máquinas de Turing, sin restricciones algebraicas, choquen entre ellas: una máquina de Turing simbólica no puede trabajar con formalismos. De ahí, que la limpieza de tales filosofías conlleven a resultados no lineales que puedan ser aprovechables.

Nótese cuál es la manera que se tiene a la hora de ver las afirmaciones que son indeterminadas en cada una de las dos álgebras: si es formal usaremos una lógica abierta, en el sentido de que toda afirmación que no pueda ser refutada se podrá dar por valída. Si el álgebra es constructivista la lógica se vuelve cerrada, pero no de manera complementaria: toda afirmación que no pueda ser construida se deberá dar por no válida. La capacidad que se tenga para decidir si algo se puede o no construir y la capacidad que se tenga para decidir si algo entra o no en contradicción es la capacidad de decibilidad que tiene ese elemento dentro de cada filosofía. 

Eso quiere decir que habrá afirmaciones de las que sabremos decidirnos con más o menos calidad, y la realidad que vivamos puede que se ajuste en la práctica a resultados que funcionen suficientemente bien en contradicción con lo que nos dirían modelos más teóricos. Ante una confrontación así las matemáticas no podrán precisar cuál de las dos posturas es más precisa, porque ambas álgebras son exactas.

viernes, 6 de enero de 2023

Un youtuber DEMUESTRA que España está sometida al crimen organizado

El abogado al que cito no usa estas palabras tan "gruesas", pero tras mostrar las evidencias a mí no me cabe ninguna duda.

https://www.youtube.com/watch?v=8otk2oLNth8 

Se trata de algo que ocurre en todos los países, porque ése es el papel que se espera del poder ejecutivo. Los corruptos teóricos suelen decir del poder ejecutivo que se trata de un poder eficiente, una manera de responder rápidamente a las demandas. Sin embargo, en la corrupción de su pensamiento, no son capaces de aclarar la diferencia entre un militar o experto colocado por su experiencia, y el que se escoja a alguien mediante las lentas y caras urnas. Se intenta jugar a dos bandas, sabiendo que las masas no estudia los currículos, ni los programas electorales porque, en definitiva, es lo primero en lo que se engaña y la ley que se incumple. En lo que se refiere a trasparencia las urnas son menos trasparentes que el sistema meritocrático que busca elegir al mejor en su especialidad, por lo que son menos democráticas. Es una cuestión de lógica, de no tener la mente corrupta.

Cuando se pregunta uno para qué sirve el poder ejecutivo la respuesta, en estos momentos, es clara: todos los países tienen esa idea corrupta en sus gentes: hace falta un "rey", un monarca. Están los de mente corrupta que lo niegan, aun mirando con otro ojo la existencia del trono - y están los que no lo niegan, quizá porque no ha aparecido nadie que les sonara convincente o porque no quieren oir hablar de un estado gobernado desde las leyes, su interpretación y la fiscalización controlada por el pueblo desde la trasparencia y los referendos vinculantes. Se oye hablar de esto y, automáticamente, aparece el que dirá: "¡claro! Y entonces en 2008 en vez de salvar a los bancos y las cuentas de los políticos se habrían salvado a las familias ¡¡Qué desfachatez!!"

Parecería que el estado ha sido raptado por las grandes empresas, pues es así como funciona el modelo socialdemócrata. Ya nadie puede presentar un partido si éste no ha sido fuertemente financiado para hacer acto de presencia en los barrios. Los altavoces, el tiempo que le dedican los vecinos a escucharte, el convite (pan y uvas)..., todo eso no va a cambiar. Se hacía desde los tiempos del nuevo testamento, se repetirá para que un partido sea escuchado - es la única manera conocida: o financias el partido o no serás escuchado. Más de dos milenios en nuestra civilización avalan este resultado.

Pero puede pasar: el político se cansa de fingir que hace su trabajo "eficientemente" y entonces, ¿qué hace? Pues lo que se ve en ese vídeo: se pone a dar concesiones en su versión menos trasparente en distintos conceptos y con la misma cantidad de dinero exacta. Según el modelo socialdemócrata la cantidad no puede ser redonda - así lo explicó una vez uno de los padres de la Constitución: el objeto de la toma de decisiones es aparentar que hay una decisión inteligente detrás. Y creo que fue Ortega y Gasset el que lo dijo: quien aparenta trabajar no trabaja.

Dile a un paria que finja ser sabio y aprenderá a ser sabio en cuanto se canse de fingir. Dile a un triunfador que finja ser sabio y aprenderá a corromper a todos los que tenga por debajo. Es un principio básico que nos lleva a la idiocracia. No creo que tenga que explicarlo. La corrupción sistemática y generalizada provoca una crisis en la confianza que nos da el sistema, hasta el punto de que si el sistema se mantiene la única explicación es porque todo el mundo ha perdido su criterio a la hora de saber qué es de confianza: la promoción del idiota.

En estos sistemas vertederos el funcionario sabe que es él el que tiene el poder. La licitación de los concursos van a los palmeros de su partido. Es la estructura que financia la propaganda que sostiene el sistema tal como lo conocemos. El funcionario se inmiscuye cuanto más cerca está del poder para convertirse en un político más, la promoción del funcionario implica el conocimiento de éste de cuáles son los verdaderos resortes del sistema - su corrupción.

Podemos entender en qué consiste todo esto en cuanto hacemos comparación con hace unos años, cuando yo era pequeño.

Cuando era niño tuve un altercado con la compañía Cacaolat. Mi madre se dio cuenta de que esa bebida que le daba a sus hijos en ocasiones era imbebible, literalmente. Así que procedió a escribir una carta a la compañía (hoy día quizá el corporativismo ha alcanzado tales niveles que sea impensable; sin ir más lejos, las redes sociales son las primeras en desviar las críticas mediante esos técnicos especializados en desviar - es la negación del deber de vigilancia, tecnocracia). Resulta que ocurrió algo que mi madre no esperaba, pues ya tenía la cultura de cómo funcionan las compañías quizá en la dictadura, y es que la compañía haciéndose la moderna (no hay que olvidar que yo nací en el 77) decidió responder regalándole a mi madre una caja de botellines de Cacaolat - lo cual era bastante responsable. Lo interesante de la historia no está en que hoy día algo así es impensable en las compañías, que suelen escurrir el bulto con su servicio de atención al cliente (no olvidemos que sé de lo que hablo porque trabajo en una tienda de móviles), lo interesante es que tan pronto como mi madre acusaba a la compañía de no saber controlar la calidad de sus productos la compañía le envió a mi madre una caja lleno de botellines de mala calidad - como si fueran una mala remesa.

La historia es mucho más idiota de lo que he contado. No hay que olvidar que yo tengo el recuerdo de cuando era un niño - y está edulcorado por la inocencia de que al principio iba rápidamente a tomarme el batido sin pensar, mientras que tras el suceso aún con mi inocencia hacía lo mismo pero tras oler el recipiente primero. Es decir, vinculaba a Cacaolat la imagen de tener que comprobar si era o no de calidad.

Con esto no voy ahora a hacer un discurso sobre la calidad total, pues no habría debate - quien cuestione esos principios tiene un problema de corrupción de la mente..., vamos, que es idiota. Y el problema con esos directivos que querían hacerse con el deber de vigilancia es que eran demasiado incompetentes como para ocupar el puesto que sus papás les habían cedido. Tomaban decisiones rápidas basadas en la idea que tenían de lo que significa tomar decisiones: un puñado de palurdos que cuando tenían pérdidas por la leche que no se vendía lo que hacían era volver a echar la leche donde los recipientes para mezclarla con la leche nueva. Una práctica habitual en los chocolateros españoles que les ha valido para ser hasta día de hoy el gremio más asqueroso y chapucero dentro de la vergüenza nacional, afectando a nuestras leches, cafés, etc... Fachas al poder.

Por eso en mi tienda no vendo, en lo posible, chocolates españoles. Mi experiencia como vendedor corrobora la reiteración de ese problema, cosa que nunca me ha pasado con las marcas extranjeras.

¿Cuál debe ser el papel del poder ejecutivo? Debería de ser la fiscalización de la calidad de los procesos, los productos, la trasparencia, etc... 

¿Cuál es el papel del poder ejecutivo? Es la ocultación de las tramas, el fomento de la corrupción, promoción a los que respetan las omertás, etc...

¿Cuál es la función que fundamenta la necesidad de un poder ejecutivo? El ajuste presupuestario y la asunción de responsabilidades por salirse de los mismos.

¿Cuál es el papel de los presupuestos oficialmente para el ejecutivo? Según la jurisprudencia española, es puro papel mojado debido a que en última instancia pueden enmendar la plana y concederlos a quienes quieran. Existe un entramado de diversas trampas ideadas para no tener que dar explicaciones por las concesiones.

Por lo dicho, en cuanto España se sumerja en la crisis de la idiocracia, será uno de los países más afectados por los desastres cotidianos en masa. Desastres evidentes que nos recordarán a lo que se ve en la película "Idiocracy", o a la otra genial "No mires arriba" - que nos previene de la tecnocracia y ensalza la idea de los pares (mal traducido por los clásicos idiotas que no tienen ni puta idea, en España se suele traducir expresamente mal del inglés lo que tiene lectura aparentemente feminista para hacer que la película no tenga ningún sentido).


jueves, 5 de enero de 2023

Teoría sobre la selección de víctimas de bulling

Se han hecho diversos estudios sobre el bulling. Ya he comentado en estas últimas entradas que los funcionarios suelen incorporar una perspectiva sádica, proveniente de sus pulsiones sexuales (perversiones). Sin ir más lejos en la delegación de Hacienda de Cartagena los inspectores tienen debilidad con los blancos con aspecto jovial, a ellos es a los que citan para torturarles moralmente a la cara. Se trata de una apetencia sexual, no es para nada algo profesional o azaroso.

Más allá de las elecciones pervertidas, debe haber otro tipo de pulsión que empuje a que ciertos perfiles de víctimas sean escogidos; y que sean pulsiones más superficiales. Esto es debido a que se puede comprobar que no todas las personas con el mismo aspecto acaban siendo igualmente víctimas, estando en el mismo coto de caza de los depredadores. Y eso es algo que a muchas personas nos ha preocupado bastante, a mí en concreto - el clásico: ¿por qué a mí?

Creo que esta es la primera vez que me planteo esta hipótesis, sobre lo que puede inspirar a un pervertido el seleccionar a un perfecto desconocido frente a otros, y que sea el mismo desconocido que eligieron otros pervertidos un tiempo atrás.

Las hipótesis, que siguen siendo válidas, y que hasta ahora defendía eran: el trauma del bulling provoca un comportamiento reflejo de pasividad en la victima que motiva a hacer pensar al agresor que va a tener a alguien sumiso, asímismo, el ambiente que provocó que la víctima empezara a ser como tal víctima es algo de lo que no puede desprenderse (trabajo, familia...) y por tanto hay una reacción de supervivencia en la víctima a modo de síndrome de Estocolmo que provoca una negociación con sus agresores habituales.

Esto eran dos aspectos que venía defendiendo hasta ahora, más allá de las capacidades de percepción superdesarrolladas de los psicópatas para desplazar su capacidad de relación social en la depredación para obtener ventajas donde la empatía en ellos flaquea. O también, más allá de las intenciones de venganza que quieran tener algunos depredadores al proyectar en la víctima un reflejo de algo digno de castigo.

Pues bien, aún hay un factor que no había tomado en cuenta y que, probablemente también tenga algo que ver. En mi caso con Hacienda, es posible que se deba además a la sensación de inmunidad que tienen los funcionarios para sacar provecho de cualquier situación sin tener que rendir cuentas ante nadie (el sistema vertedero). Cualquier día me vuelven loco y acabo provocando un matarife en la Delegación de Cartagena - yo no soy de los que se suicidan. Ahora mismo tengo un problema con una notificación que me ha venido de un inspector que me consta que actúa de mala fe..., estoy dejando pasar las noches para ver cuál de las dos respuestas dar ¿Debo consultar con un Fiscal? ¿Acaso existe esa figura democrática en España? No. La verdadera fiscalidad es la que proviene de la figura del influencer, votado por el Pueblo para que se encargue de los asuntos locales para lo que fue elegido y ser parte en un proceso judicial no dispositivo con todas las garantías.

Mi nueva teoría viene de las clásicas epifanías que te vienen cuando te preguntas qué es lo que se supone que está pasando, si te vale o no la pena la clase de vida que tienes: sin casa propia, con un trabajo no digno, sin perspectiva de futuro, sin alternativa... Y, al mismo tiempo, con sobrados conocimientos de idiomas, análisis de datos, delineación, electricidad, informática teórica y práctica, etc... Sorprende que una persona con ganas de trabajar y capacidades sobrantes, ni espectativas salariales altas, no consiga empleo estable. Es algo que podría tener algo que ver con la víctima escogida por los depredadores.

Cuando una persona ha sido víctima de agresiones severas en la cabeza corre el riesgo de que cambie su personalidad. Algo así me pudo haber pasado decenas de veces (sin exagerar). La corrupción del sistema judicial era incapaz de darme la cobertura mínima que pudiera protegerme de los que aparecían por detrás, a lo alto de una escalera, y me agredían en la zona occipital para desmayarme y hacerme caer. Es decir, es posible que mi personalidad se fuera trastornando hacia algo que no ayudara a inspirar a un desconocido a la hora de darme trabajo. Con esta nueva perspectiva que voy a comentar creo que podría jugar la baza de presentarme para encontrar trabajo con más posibilidades. Es decir, si la teoría que voy a exponer es cierta entonces, cabe esperar, podría llevarla a la práctica y, si encuentro trabajo, significa que tiene sentido.

La idea es simple: las personas que no estamos seguros de si hablan en serio o si hablan en broma, donde lo mismo te la juegan y cambian de tercio, poseen el síndrome que padezco. Es posible que un entrevistador necesite evidencias claras e inequívocas de cuándo una persona está hablando en broma y cuándo está hablando en serio. Este criterio es más fuerte que el método del espejo, por el cual imitas al que tienes delante para que se sienta afín contigo al dar a entender que ambos piensan igual.

Es como cuando una persona intenta ligar con otra, de una manera o de otra, si ha habido rupturas a la hora de saber cuándo se habla en serio o en broma, bien puede valer para hacer sexo - pero jamás querrás mantener una relación cercana con esa persona. Dará mucho morbo conseguir su aceptación, y guardarás cola para estar con alguien así - lo sé, pero huirás la primera de todas las personas si se oye algo que suene a compromiso.

No puedes comprometerte con alguien que juega entre el drama y la parodia. Lo he estado calculando últimamente y según puedo estipular el nivel de estrés que le supondría a una persona el tener que viajar entre el drama y la parodia rompe cualquier rapport. Bien pensado, ¿acaso no sería interesante incorporar estas reflexiones dentro de mis estudios sobre la cohesión referencial? No lo descarto, aunque antes deberé acabar mis estudios sobre las parábolas y las transformaciones de los cambios de ritmo cuando comparamos al protagonista con el aliado.

En cualquier caso, el bulling está dirigido principalmente, si no me equivoco, a los que no se terminan de posicionar entre la broma y la seriedad. Aquellos que viven bajo una comedia continua asumirán el riesgo de acabar aislados "vita comoedia est", sentenció Beethoven en su testamento para justificar su aislamiento. Le quiso echar la culpa a la sordera, ¿pero y la ironía del que necesita relajar su visión del mundo para no volverse loco?

El enorme esfuerzo de vestir como un pincel, de no mostrar expresividad, de guardarse la mayor parte de lo que tienes que ofrecer..., cuando se piensa que ya has ofrecido todo entonces es cuando aparecen los sádicos, el equipo de limpieza. Y te llevan al vertedero. Que es, básicamente, donde estoy ahora: trabajo más de ochenta horas al día sin casa propia para ganar lo que pierdo, y aún así Hacienda me acosa cada cierto tiempo.

 

miércoles, 4 de enero de 2023

Evidencias de idiocracia 2. Con o sin Elon Musk

 

Desde que me echaron de Twitter han pasado años, tal vez más de cinco y no se me va a permitir volver a entrar hasta que reconozca la bajeza moral que quieren que ponga. Y me parece repulsivo.

Cambian de jefe pero sigue siendo exactamente igual: si un político es amenazado de muerte la política Z se puede permitir el lujo de NINGUNEAR las denuncias del político, y eso lo que hace es FOMENTAR EL ODIO Y LAS AMENAZAS DE MUERTE. Lo escribo con mayúsculas porque juro que hasta ahora solo he recibido idioteces como respuesta. 

Y como solo he recibido idioteces, aquella persona que se dedica a ganar votos, la señora Z, a cambio de fomentar el odio y las amenazas de muerte, yo a esa persona le acuso de comportarse como una zorra. Y, al ser una representante de la ciudadanía considero que el votante está legitimado para pensar así. 

Entonces Pablo M. Iglesias acabó dimitiendo, no por las amenazas, sino por su ineptitud. Y entonces la señora Z pasó a devolverle un comentario que hizo él lleno de odio en un momento en el que se sentía glorioso dentro de su intolerancia: "cierre al salir".

Ante ese contexto esta es la frase que borraron de mi historial y que me exigen que borre yo también:

@monasterioR AHORA SÍ. La última vez que lo dijiste demostraste ser una zorra.

Ahora sí es correcto criticar de esa manera a Pablo Iglesias, cuestionar su confiabilidad cuando se quejaba de que había recibido en su domicilio unas balas en un sobre equivale a seguirle el juego a las amenazas contra los políticos. Cuestionar a una potencial víctima de terrorismo es no condenar el terrorismo. Se pueden cuestionar las palabras de odio, cuando se citan tal cual, pero no la llamada a la condena de la violencia.

Ahora bien, en Twitter vemos aberraciones mucho peores que la frase escrita en negrita. La cosa es: ¿por qué he sido realmente baneado? No tiene nada que ver con el contexto de la frase, ni la de esos palurdos en el bando A o en el bando B.

El problema es la evidencia de idiocracia que se está montando: en Twitter hay administradores que se toman la justicia por su mano porque no se rigen por un código deóntico. Así que tienen que usar criterios de polaridad: el del bando de la izquierda tiene que favorecer a la izquierda, o los administradores de la izquierda no lo apoyarán; el del bando de la derecha tiene que favorecer a la derecha, o los administradores de la derecha no lo apoyarán. 

Obviamente lo que hay que hacer es despedir a todo administrador que se comporte sin un criterio objetivo.

¿Van a banear a todo aquel que use una palabra malsonante? ¿Solo cuando se aplique con representantes políticos?

Nada de eso tiene sentido, y me consta que no lo aplican. Porque esos políticos son los primeros en incumplir esa regla. Todo, en definitiva, es una farsa basada en mantener el corporativismo.

Ahora resulta que no podemos cagarnos en la virgen, ni cuestionar los principios de los representantes vinculándolos con la prostitución..., lo que vemos en Twitter, que suele incorporar un linchamiento contra individuos que no suscribe el despensamiento de la izquierda (como me pasó a mí) o que no suscribe el despensamiento de la derecha (como también me pasó a mí), ahí los administradores no solo no protegen a quien está siendo linchado, sino que además aprovechan para penalizar a quien es linchado.

Todo eso es una muestra de que no se sabe lo que es la confiabilidad en los representantes, ni la libertad de expresión... Esta es la gente que va a cortar el pastel, y dentro de unos años veremos desastres mucho mayores.

Cada cierto tiempo vuelvo a pedir que revisen mi caso, pero una y otra vez siguen insistiendo en que tengo que "borrar mi twit", cuando eso es algo que ya han hecho ellos mismos. Ya digo, en cuanto se extienda al comportamiento generalizado veremos en los bares, en las calles, en las casas y en las aulas justo la bipolarización de Twitter, el falso arbitraje y, por supuesto, la preponderancia de la intolerancia.


Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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