En este mundo lo que te engancha no tiene necesidad de persistir, es como el ataque de un halcón: fugaz, cuando el acto en sí es de lo que se vale para conseguir a su presa. El mismo acto de ataque es un tipo de comportamiento que actúa de gancho, como ya expliqué en otra entrada, y es donde ubico la filosofía en cómo deben actuar las personas.
Las grandes compañías del séptimo arte y videojuegos (que sean del mismo arte) suelen ser atacados por pedantes que anticipan críticas sesgadas; esas críticas puede que no persistan tanto como les gustaría, pues en ocasiones lo que no consiguió el éxito vuelve a redescubrirse (no envejece). Esto mismo pasó con, por ejemplo, Final Fantasy X: fracaso en ventas tras compararlo con sus parientes ¿Se veía demasiado progre al haber tanta chica? ¿Y qué pasa con la historia? Han pasado dos décadas y aún veo reacciones en Youtube (justificadas).
En ocasiones se propone una serie o película y los influencers ya están con los dientes preparados. Ahora parece que le toca a Sargón, el protagonista de Prince of Persia..., ya no es el rubito que salta sobre alfombras voladoras..., creo que probaré a jugar la demo para enterarme un poco de la historia.
La cosa es, ¿cómo debe actuar el productor para vender mejor su producto y que tenga más gancho? Si no es un problema artístico, ¿es posible que haya estrategias para la doma de esos animales en celo que se ofenden por cualquier nimiedad? Quizá la respuestá esté en el dicho japonés: el halcón antes de atacar siempre esconde sus garras.
Partamos de mi teoría, porque al final todo ronda mi..., ¿libro? Me pregunto qué pasaría si todas estas teorías las escribiera en un libro, si sería vendible o me comería los mocos. El capitalismo manda..., y no es meritocrático - depende de la clase social a la que perteneces y el contexto cultural que te rodea. Así que se entiende que mis estrategias no incorpora revoluciones: en ocasiones algo no se puede vender porque no hay educación para ser percibido.
Volvamos al punto: una confrontación se puede representar mediante un semiacto según mi teoría del género único y los pronombres. La clave está en determinar quién tiene la última palabra..., pero vayamos por partes.
El primer semiacto confronta al protagonista con el antagonista, luego aparece el aliado y finalmente el secuaz. Otra lectura sería que empieza el narrador confrontado contra el protagonista, luego aparece el antagonista y clausura el aliado. La clave está en que quien ríe el último ríe mejor, como dice la expresión española.
A la hora de afrontar una crítica ésta puede ser anulada, o presentada, bajo la tesis de la contraargumentación y el intercambio asertivo de impresiones, la antítesis de replicar sarcásticamente la posición y mostrar el absurdo en sí mismo o la síntesis de una ironía que lleva lo criticado a un consensuado sinsentido La contratesis está en no hacer nada y proceder ignorando a tu opositor.
Se trata de un tijera-papel-piedra. Contraargumentar equivale a intercambiar posturas sin que ninguna de las dos partes pierda o gane nada. Al final, el que defienda la posición más estable será quien consiga superar al rival - es como se juega al arimaa. Luego está el sarcasmo: si quieres criticar a quien insulta procede a poner tú un insulto aún mayor y más bestial para que se vea reflejado en ti y su postura se desgastará. Es como cuando en ajedrez se van eliminando piezas que controlan el juego. Por último, cuando se ironiza lo que se hace es todo lo contrario, lo anterior era frío y asertivo, esta ironía diremos que es caliente y juega al juego de tocar las narices para que el más falso de los dos quede retratado. Es como se juega al go, mediante acorralamiento.
Ahora bien, ¿dónde está la estrategia tijera-papel-piedra? Pues que nada más lanzar nuestra acción obtendremos una reacción, y existe la reacción idónea: concretamente lo mejor contra la tesis es usar la antítesis, contra la antítesis la síntesis y contra la síntesis la tesis. Siempre será posible salirse de este juego y romper la baraja con la contratesis, pero cuando sabemos cuál es la reacción más poderosa del antagonista automáticamente podemos diseñar cuál sería nuestro mejor apoyo - siguiendo el mismo esquema.
Así, la pareja que combina el líder racional con el ayudante sarcástico, el líder sarcástico con el ayudante irónico o el líder irónico con el ayudante racional supondría las tres combinaciones perfectas. La mala noticia es que un semiacto se compone de cuatro esferas, por lo que si primero actúa el líder protagonista y el apoyo es el tercer tiempo, eso quiere decir que habrá un cuarto tiempo por parte del secuaz, que será quien ría por última vez.
Por ello hay que tomar en cuenta el refranario popular: antes de atacar hay que ocultar (contratesis) tus dos garras, la del protagonista y su donante, para así esperar a que actúe el narrador como cebo para conseguir que el último en reír en el plazo más inmediato sea de nuestro bando.
Se narra cómo hay una oposición y un mundo revuelto a la espera de una respuesta..., bien, revuélvanse, aún no hay respuesta oficial, para cuando tengáis la respuesta oficial habré diseñado previamente de dónde vendrá mi apoyo ante vuestra reacción.
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