Si hay una entre todas las obras que sean las más efímeras y vanales que existen es la guía de manipulación de Schopenhauer. Su toxicidad es deprimente y un completo sinsentido: es la guía del mezquino que sabe que no tiene razón pero, como ser destructivo que es, te dará lecciones de felicidad mientras te lleva a la ruina con sus palabras. Esta entrada no va de eso.
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Me acaba de volver a llegar un aviso de Google diciendo que en este blog no se pueden mostrar anuncios porque su contenido "no es de calidad". Es decir, lo único que se puede extraer de sus conclusiones son esas: nada de, "en esta entrada pusiste X, y eso contraviene a la marca Y", o alguna cosa por el estilo... Esta filosofía supone tirar piedras contra el propio tejado de la compañía porque, al fin y al cabo, ¿por qué iba a querer involucrarme con los productos de Google si sus políticas son tan poco trasparentes? A las mínimas de cambio, su compañía podría engullirme sin percatarse de que solo soy un mondadientes entre las fauces de ese cocodrilo tan imbécil.
La torpeza de paga pero, como pasa con la bomba atómica, será mediante una reacción en cadena - no por lo que le pueda pasar a un usuario aislado como yo. Y entonces llegarán las madresmías, los cisnes negros, las sorpresas..., menuda panda de idiotas.
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Imaginen que una persona quiere engañar a otra y la víctima del engaño, al que llamaremos Mark, lo sabe. Al agente perpetrador de la broma lo llamaremos Frank y a su gancho Esther. Mark es un agente honesto que se mueve con sinceridad y simplicidad dentro de su entorno, pero es hábilmente competente en su materia. Para poder ser engañado se le tiene que sacar de su dominio en el que es un experto. Esther posee un dominio de experiencia diferente de Mark en algunos aspectos, y esa posición es en lo que se va a valer Frank para desplazar la atención de Mark en esas áreas.
Es decir, Frank le ha dicho a Esther "vamos a engañar a Mark" estando Mark delante ¿Qué estrategias deben seguir para conseguir el objetivo sabiendo que Esther le seguirá el juego a Frank en lo que le pida estando Mark atento?
Lo primero que hay que hacer es reconocer que el problema es un juego de probabilidades, donde no hay solución enumerable para el problema en sí: el objetivo es mejorar las ventajas a tu favor en torno a un objetivo, no el conseguir un estado específico. Sin embargo, en toda simulación hay que poner límites de tiempo, espacio, ámbito y terceros. En la medida de que el tiempo es la duración, el espacio es la zona elegida donde se llevará a cabo el acto, el ámbito es el control de daños sobre las distintas áreas manipuladas por las actuaciones elegidas y terceros es cómo se controla que no genere un meme que afecte a terceros. Paradógicamente, cuando se tienen controlados esos cuatro factores el tema de manipulación se empieza a definir y adquiere forma terriblemente creativa.
Ahora hay que entender cómo actuará Frank ante Mark. El rol será como el de un prestidigitador, donde intentará centrar la atención en la mano derecha cuando, con ayuda de su ayudante Esther, es la izquierda la que introducirá la jugada. Y tenemos tres razones básicas que nos ayudan a desviar la atención:
Por un lado está la tesis principal: debes mirar por miedo a un castigo que suponga no mirar ahí, o debes centrar la atención en un punto que te promete el paraíso. La promesa de que es lo que más te conviene es la tesis principal.
La antítesis consiste en decir que un experto asegura que lo racional está a la derecha, la razón por la cual centrar la atención en ese punto es porque alguien con un conocimiento exclusivo te asegura que en ese punto está el objeto de atención.
La síntesis de ambas nos lleva a que no hay motivo para centrar la atención en la izquierda pues ésta no presenta razones o emociones interesantes para hacerlo. No tiene nada mejor que hacer que hacerle caso a la mano derecha.
Y es en este punto donde acaba el idealista, y no es capaz de continuar con sus pesquisas. Cree que todo es un asunto del corazón, de la razón o de una síntesis de ambas. Y no es así. La contratesis parte de la hipótesis de que Frank ha montado un mecanismo donde el comunicado provoca que tanto Esther como Mark sean el objeto del engaño. La broma maestra encuentra un trilema entre los tres postulados, y aquí todos están montados bajo un juego de rol donde unos dicen la verdad, otros mienten y otros son víctimas del engaño, pero en realidad todos son movidos por el engaño mismo.
Para perpretar lo que se describe en la contratesis solo hay que ir alimentando una idea en falso que exija un enorme nivel de conocimiento de experto y que suponga una enorme emotividad (como hacer creer que alguien tiene una enfermedad terminal) y repartir entre los distintos agentes medias verdades con una información en común (como la fecha en la que en principio morirá). De esta manera en teoría se montará la atención en torno a si realmente morirá o no en esa fecha, qué pasará en esa fecha, qué tipo de enfermedad terminal tiene, etc...
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Hay que entender que una buena metodología para la manipulación está directamente ligada con la capacidad para reconocer los sesgos producidos por ad hominem ("no me haces caso porque eres el demonio e irás al infierno"), magister dixit ("esta es la verdad porque soy el experto en el área y no hacerme caso es de necios"), de protección ("alguien tan valioso como tú no puede quedarse ahí parado") y el efecto Dunning-Kruger ("¡pero no te das cuenta de que todo gira al día en el que va a morir!").
Para paliar todos esos sesgos y efectos existen técnicas, protocolos..., y una manera correcta de ver el mundo. Sin embargo, no es posible programar a un agente para que sea capaz de evitar estos daños en la medida de que no existe un método científico que tenga tal nivel de relevancia y sea completo (ya quedó desmentido desde Bertrand Russell y Gödel). Por ello, las técnicas y programaciones que sean capaces de superar esos límites deben hacerlo desde la experiencia de haber combatido contra esas técnicas. Quizá mediante una estructura social parecido a mi teoría de la superestructura. Sin ir más lejos, estaríamos hablando de un juego de competición que pudiera reproducir los elementos sociales más complejos de los humanos. Cosa que ya adelanté hace unos días que ya tenía en teoría preparado.
Es divertido pensar que hay formas de intentar crear bromas para ver si la máquina las pilla, las genera, etc... La relación entre Frank, Esther y Mark no lo he desarrollado como tales, así que no descarto reconfigurar mis teorías para crear protocolos entre estos tres. En cierta manera se parece un poco a la relación entre el militar, el fiscal y el trabajador según lo descrito en mis teorías.
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