domingo, 28 de agosto de 2022

Depredador al que le dan de comer

La comida puede ser indigesta. Hoy lo he comprobado. Con el fin de que pudiera celebrar pequeños logros personales, se me ocurrió pedir comida a domicilio - el problema fue que al parecer el repartidor tuvo un mal día y lo pagó conmigo.

Es un hecho consumado que un chaval veinteañero, o adolescente, no puede hacerme sentir mal realmente. Alguien así no es capaz de insultarme. Sin embargo, la mala vibración que queda cuando vas de buenas y te suelta un insulto de manera gratuita... ¡Menuda generación! Tuve la oportunidad de desquitarme describiendo la situación en la encuesta; pero lo que no me dieron la oportunidad entonces fue el de poder decir que dudaba que volviera a pedir a domicilio.

Y es que mientras comía una hamburguesa realmente gigantesca, que quería probar a ver cómo era, algo en mi interior me hacía sentir mal - con ese mal rollo. Así que tuve que esperar un día entero antes de darme cuenta de que la comida se me había indigestado, me provocó mareos persistentes a la mañana siguiente. Mareos que no supe identificar la razón de primeras.

Tras un arduo examen mental, y tras comprobar que no se me quitaban los mareos, llegué a la conclusión de que lo que tenía que hacer era vacíar mis intestinos y comer algo ligero con mucha hidratación. Hasta que no lo hice todas esas horas estuve como en marejada. Y eso es lo que pasa cuando no se come en condiciones: tiene consecuencias internas no visibles.

Ahora que escribo esto ya estoy bien, estable. Pero tengo ese rebufo, un mal sabor de lo que me pasó durante horas esta misma mañana. A un depredador no se le puede dar de comer mal, porque le sabe mal la comida.

Es lo que me sucede con adaptarme a un framework. No resulta difícil convertirse en un programador con corbata, que te contraten en una empresa tras descubrirte. Lo que se dice difícil no es, lo que pasa es que es terriblemente aburrido. Es aburrido que te den la comida en el plato, rodearse de gente que muy probablemente no sean programadores, sino gente que ha repetido las recetas de siempre - que usan el copy-paste, y que esperan que yo haga lo mismo si no quiero que me hagan la vida imposible. No es posible encontrar Brubrakers en programación.

Las oficinas postmodernas buscan fomentar el corporativismo, y aquellos que sepan jugar mejor con la marca serán recompensados. No es de extrañar que los que hayan estudiado lo mismo que los de recursos humanos tendrán una especial ventaja para hacerse pasar por programadores - los verdaderos programadores tendrán la obligación de hacerse sus siervos. Depredadores al servicio de los herbívoros.

¿Quién dice que yo quiero trabajar en esas condiciones? Y algo en mi cuerpo, no lo que controlo, sino lo que no controlo, me lo dice: me dice que mi plan es incomestible. Eso de formar parte de una empresa donde el depredador deberá comer sopitas..., y del mismo plato que las gacelas mariconas que fingen ser temibles mamuts... Es que eso a mí no me va.

No es difícil formar parte de un equipo más grande. Que cada cual aguante su propia vela, que todos nos ayudemos..., eso es lo fácil de comer, lo que no indigesta. Pero en una oficina sin meritocracia, donde prevalece la titulitis o el nepotismo, poco a poco la carne puede que se vuelva más y más indigesta. Y yo racionalmente estoy dispuesto a eso, pero por dentro mi cuerpo puede que no aguante tras consultarlo a la almohada.

Los que dirigen a programadores deben ser programadores. Eso es algo que jamás debería de cambiar porque es de sentido común. Porque el código deóntico de un experto solo se puede ver replicado en otro experto de ese campo. Es en muchas ocasiones ininteligible, aunque se inventen muchas siglas como "SOLID" o como "LOPD" que casinadie controla, pero que casitodos saben citar al pie de la letra.

En mi forma de programar está la programación SOLID. Se trata de un factor inherente, no explícito. Pero se contratan a sujetos que dicen explícitamente aquello de lo que deberían de especializarse inherentemente. A eso se le llama postmodernismo. El corporativismo hace que la gente se aprenda de memoria lo que hace la tecnología, y los llaman tecnólogos - yo los llamo vendedores. Los que venden no hacen tecnología, la venden. Y me da la impresión de que los que venden son los que tienen más posibilidades de ser escogidos, y de ascender en la empresa: Los herbívoros.

Te echan la comida al plato, es programación de receta, la más fácil de usar dentro de un framework. Aprendes de memoria lo que hace esa receta y la aplicas. Cuando te preguntan ya te has aprendido las proteinas y vitaminas que tienen esos alimentos. Nada que ver con el arte de depredar, de cazar. Y con arte me refiero al deleite, no al señor que pretende hacer un espectáculo. Porque programar no es espectacular, ya que consiste en un trabajo de cañerías principalmente - o peor, en ocasiones se espera que seamos buenos diseñadores cuando algunos somos mejores fontaneros.

Por eso me lo planteo: eso que me impide practicar en frameworks es la falta de previsión de la clase de empresa en la que podría acabar. Ya he conocido muchas oficinas, en todas he sabido sobrevivir con instinto de caza activa. Me encanta tomar decisiones, me adapto a decisiones adoptadas, diseño bajo presupuestos como un jabato... Me encanta ese mundo y tengo instinto para esas cosas. Sin embargo, también me gusta señalar las puñaladas por la espalda, hacer desvanecer las intrigas, ser trasparente con mi trabajo, auditar internamente y preparar los procedimientos para superar cualquier auditoría externa. En esto último es en lo que trabaja un buen depredador, alguien que no tiene miedo de mostrar sus puntos flacos, que no es un puto gallito alfa. Soy un antialfa, un depredador. 

En la naturaleza los alfas son un mito creado por biólogos aburridos que no supieron ver cómo funcionan realmente los cazadores. Los buenos cazadores no siguen a un líder de manada por motivos patriarcales; el liderazgo es dinámico en los buenos cazadores, tan pronto como un líder es ascendido puede perder el puesto. Es así como se monta una buena partida de caza, sin promociones de vagos ¿Quién pretende trabajar menos para cobrar más? Así no se monta una buena jerarquía de mando, así se liman los dientes del depredador ¿Quiere el señorito jubilarse? ¡Pues que se aparte de la zona de caza! Ya le daremos los de la partida la comidita y su platito. Pero que no se ponga en medio, ni nos moleste cuando trabajamos.

Dudo que existan empresas así. Así que tocará adaptarse. Además, yo también he visto librerías que ofertan esquemas de frameworks que no entiendo. Eso quiere decir que también dependeré de terceros, y de recetas que me simplifiquen el trabajo. Pero eso es debido a que el esquema general ya es así y nuestros proveedores de servicios tienen maneras de trabajar bastante cuestionables, pero que se dejarán tal cual. No hay que olvidar que por este camino se tiende a la idiocracia, y no hay que intentar entender porqué un idiota diseña lo que diseña, eso puede ser frustrante.

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En estos días veré si cambian algunas cosas. Que si un ensayo podría recibir una revisión de pares, que si podría recibir una oferta para irme a Shenzhen, que si mi tienda es posible que empiece a vender un poco más, que si veo prospección en mis teorías informáticas, que si veo prospección en ciertos proyectos de innovación... Tengo una extraña sensación de rareza, porque cuando las cosas van casualmente mal ya te acostumbras hasta el punto de no sentir satisfacción cuando empiezan a irte bien; hasta el punto de que cuando intentas celebrarlo te indigestas. 

En cualquier caso, también es sencillo: de un día para otro puedo hacerme un experto en cualquier framework - es más una cuestión de ganas que de capacidad. Así que tocará elegir un proyecto y terminarlo.

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