Ayer mismo vi un trabajo hecho en Youtube por un periodista reconocido donde desmitificaba la figura de Tesla. Le dio cera a base de bien. Está claro que lo más importante en un periodista es la credibilidad, porque todas esas cosas que decía de lo que para muchos es un verdadero ídolo poco a poco lo devuelven a la tierra. Destronar a dioses exige cierto poder, y no diré que me terminara de creer absolutamente todo, pero sí me pareció extremadamente interesante absolutamente todo lo que dijo y cómo lo dijo.
Cuando hay que elegir una manera de hacer pedagogía, de interpretar de manera diáfana algo, hay que pasar por determinar lo kafkianos que queramos ser. Es decir, en un momento dado habrá que representar las reglas del sistema proyectadas en la mente de la persona que escucha para que pueda entenderlo todo mejor.
Esa proyección no es un proceso sencillo: puede que la simplificación tenga otras motivaciones diferentes a las de ser más explícitos, sin embargo en esta entrada no desarrollaré el lado trascendental de esos aspectos.
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Cuando algunos compañeros me preguntaban cómo es posible esa disonancia cognitiva que se produce al observar mi manera refinada de ver la informática y las notas que sacaba siempre podían asumir principalmente dos maneras de simplificar la verdadera explicación. Esto es, para irlo entendiendo antes debían sobreentender aspectos, ir acercándose a la realidad, y eso obliga a tener que asumir una serie de trámites pedagógicos, de simplificación orgánica.
Lo más fácil suele ser que si el alumno saca malas notas será porque es un mal alumno, un vago, ha pasado un trance depresivo por algún asunto personal, porque pasa por un vache, quizá por dificultades económicas o familiares, puede que se equivocara de carrera... Esa es la interpretación escéptica: la que elige dentro de la disonancia la parte más pragmática, la que evita que tratemos con dioses.
Otra manera de verlo es que el alumno ha sido agredido constantemente por los mismos profesores, que hay varias sentencias judiciales, que ha habido una gran cantidad de detenciones, acciones policiales en defensa del alumno, un consenso con respecto a qué pasó, testimonios múltiples que hablan de agresiones contra el alumno... Esa es la interpretación atroz: la que descubre un mundo realmente muy simple y, al mismo tiempo, convierte a sus víctimas en seres de luz.
Son los dos enfoques kafkianos, tal como los explico, donde se puede partir de cualquiera de los dos para explicar cómo es posible que una persona tan brillante como yo tuviera que abandonar la universidad; más allá de la mentira de que yo no quisiera "ejecutar la sentencia". La socialdemocracia siempre elige una manera de escapar de sus deberes. Siempre hay una excusa bastante..., kafkiana.
Por esa razón cuando escucho a alguien cuestionar a leyendas como Tesla lo que pienso es que, efectivamente, yo no estoy documentado - pero tampoco tengo la obligación de juzgar si lo que me dicen es cierto o es falso. Cuando realmente me interese buscaré información de primera mano, en lo posible. Mientras tanto solo puedo quedarme estupefacto ante la gran cantidad de disonancias cognitivas que se producen entre la espectativa que nos daban algunos y la realidad que nos brinda el mundo en el que viven.
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