La interpretación de un guión debe ser clara, la parte que corresponde con la literatura debe desaparecer; y debe mostrarse una fase de gradientes de realidades, una detrás de otra, de manera que se pueda negar las interpretaciones molestas, los espectros de otras realidades.
Es fácil entender qué es el espectro de otra realidad, o un gradiente parásito de la realidad que percibimos. Una buena dirección, guiada por un buen guión, debe ser claro allá donde le corresponda ser claro, mostrar de forma diáfana lo que se pretende decir en ese momento.
Aún no he tenido la necesidad de empezar físicamente el guión, cuando los prototipos y los esquemas ya los tengo claros - ya tengo el resumen, el título, los personajes... Y, por tanto, también una cronología, una idea de las voces y los escenarios. Considero que la experiencia de empezar con el guión me favorecerá para entender lo que me toca explicar ahora y, al mismo tiempo, sigo teniendo percepciones que compartir antes de empezar dicho guión.
La idea es que se me ha cruzado un antiguo sistema informático que me permitía crear sistemas políticos, sistemas de gestión de recursos al más puro estilo "plan maestro de la producción". Cuando leí el problema que resolvía con esa tecnología lo hice a través de Knuth. Knuth en su famoso macrolibro planteó un ejercicio para informáticos: la idea era crear un generador de guiones de películas partiendo de una notación muy simple. La gracia de esa notación era que ya la había diseñado yo previamente, y la tenía bastante más desarrollada - aunque para mí esa manera de trabajar era para crear un sistema económico.
Planificar los recursos para que los agentes dirijan su propia historia; hay unos márgenes con los que podrían constituir su narración de los hechos y, por otro lado, existe un conjunto de restricciones que deben cumplir para que se genere el rapport. Por una cuestión de compenetración entre escenas existe un álgebra que permite configurar la claqueta. Quizá eso sea lo siguiente que haga: determinar qué firma digital tendría que poner al principio de cada escena para calcular el rapport entre escenas, ya que el programa que hace guiones que me he descargado no incorpora esa función.
Gracias a esa firma digital se puede calcular si hay agujeros de guión. Los agujeros de guión se deben considerar en virtud de lo que tiene cada agente, lo que conoce, lo que quiere y lo que sabe hacer al principio de la escena; de la misma manera para cuando termine la escena cada agente tendrá otro conjunto de cosas, habrá perdido algunas, conocerá algo más, desconocerá otras cosas, querrá otras cosas y puede que se envista con otra clase de rol. Durante la escena cada agente dispondrá de una serie de comportamientos que justificarán la transformación del inicio de escena al final de escena. Debemos entender que si un final de escena no encaja del todo con un inicio de escena para la sucesión temporal establecido (dentro de los márgenes de espacio y velocidad apropiados) es porque hubo una escena que no se mostró - si esa escena está asociado a un comportamiento propio de sus agentes y la realidad socioléctica del espectador considera trivial tales comportamientos (no son emocionantes) entonces lo correcto es no mostrar la escena (supongo, porque sería soporífero).
En cualquier caso, observo que incorporar toda esa información al principio de la escena (aun lleno de códigos para simplificarlo todo) promete ser terriblemente complejo - la claqueta podría llenarse de mucha simbología matemática. Por otro lado, poner información de menos en la claqueta obligaría al director el tener más cosas en mente, que tenga que recordar detalles, que se fije en lo que sabe cada personaje, cómo iba vestido para cada momento... Promete ser terriblemente complejo cuantos más objetos estén implicados.
Parecería que en la claqueta lo único que habría que hacer es poner el número de escena, la versión o ángulos, el momento espacio-temporal, el clima o contexto, y poco más - o no tanto. Todo esto sin tomar en cuenta la banda sonora y otros efectos que tendrán un lenguaje que deberá conectar con la película y generar intertextualidad en ocasiones.
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En estos procesos de automatizar lo que nadie ha pedido automatizar me ha venido el querer seguir mejorando mis conocimientos en el framework de React, más en concreto. Lo curioso del tema es que tan pronto como he visto que había algunos detalles que no comprendía de los hooks me paré a leer más detenidamente la guía técnica para ver si lo comprendía mejor y surgió un detalle...
Para empezar acabé entendiendo todos los entresijos de los hooks en React, lo cual está pero que muy bien; y estoy preparándome mis propios hooks para mi supertecnología, pero eso ya vendrá. La cosa es que me di cuenta del enorme error que cometen los captadores de talento en las grandes compañías: consideran que les conviene poner como senior a gente con carrera que tengan algo de idea de informática, para luego adaptarlos dentro de un framework. Ahora lo sé de primera mano, antes lo sospechaba solo, no puede funcionar: para entender los hooks por mí mismo tuve que valerme de mi experiencia real en informática, podría explicarle las dudas a un no profesional, pero tendría que descubrir sus agujeros, porque su socioléctica es diferente. Los manuales técnicos, sin saberlo, han sido interpretados por informáticos para informáticos; hay detalles que ni nos imaginamos que no están pensados para gente que estudiaron otras cosas.
Por eso, al final, por elegir los perfiles que eligen obligan a que tengan que contratar en secreto a informáticos para que les enseñen y provoca una sensación de impostura. Es decir, la gente que trabaja en las oficinas y se mantenga en ellas muy probablemente alcance o un instinto para apuñalar al compañero o acabe desilusionándose, porque no le parecerá emocionante todo lo que le van enseñando. De hecho, los errores sociolécticos los aprendí yo en su momento una sola vez y de golpe; a eso se le llama formación. Quien no la tiene la acabará adquiriendo, y si no se monta su historia de una manera emocionante..., se acabará aburriendo del puesto supercaro que tiene y abandonará la empresa.
Cuando se contrata a un profesional es porque tiene el lenguaje de aquello por el que se le contrata. Con ese lenguaje hay cosas que no hace falta aclarar. Lo mismo pasa con los directores de cine: no necesitan poner demasiada información en la claqueta, o en sus guiones, porque se han hecho según qué esquemas en alguna parte ya sea mentalmente, en algún borrador o hablando con alguien. Algo en su cabeza se mantiene y cuando observan la escena su instinto les dice: "falta algo, desde este punto hasta este otro".
En el guion que estoy haciendo hablo de la creación de una criatura capaz de crear películas; esa criatura es una máquina y su pretensión es capturar a la humanidad. La razón por la cual elijo esa historia es porque encaja bastante bien con mis pretensiones de automatizarlo todo. Pero pretender hacer el guion demasiado introspectivo puede ser entre lo imposible y lo innecesario - sobretodo cuando pretendo hacer que sea mi primer guion, debo darle un poco de margen y simplificarlo lo máximo posible.
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