Tras un momento de especial relajación me vino una idea a la mente: ¿y si...? Y, tras pasar por una decepción, entonces descubro un boquete que había dejado desapercibido y que clausura definitivamente mi libro sobre Satisfiabilidad Lógica Resuelta. Ahora toca justificarlo todo.
Y el caso es que podría pasar, esconderlo de esta sociedad y vivir una vida tranquila. Al fin y al cabo, ¿acaso no es una decepción detrás de otra tener que esperar a escuchar valoraciones que raras veces tienen sentido? Lo normal es leer graves cinismos de los pares, aspectos que no están nada claros.
Recuerdo, como contrapartida, que existe un recoveco lejano que podría inducirme el pensar que a lo mejor no llegué a ser víctima de los pares en el AMS..., que no se hayan reído de mí desde el principio, sino que me pareció un comportamiento demasiado sospechoso - y nada más - debido a que ésa era la relación que había tenido con todos hasta entonces. Pero claro...
¿Y ahora qué? En mi universidad más cercana ni se dignarán a ver el documento - aun estando tremendamente ultrasimplificado. Ahora no necesito ni los ideales de Noether. Todavía tengo que comparar el algoritmo con el de Dijkstra para saber cómo reestructuro las clases de complejidad algorítmica. Y eso sin mencionar la función extrapoladora espacio-temporal que resuelve un problema PSPACE genérico.
Son demasiadas resoluciones y cambios debido a una filosofía tecnológica que me ha abierto nuevas puertas. Pero no tengo con quien compartirlo - no hay pares. Y, aunque los hubiera, fingirán igualmente que no entienden, o dirán que no está lo suficientemente aclarado. No admitirán que no encuentran el contraejemplo, pero dirán que no quieren perder el tiempo - eso lo dicen mucho. Presuponen que no funcionarán en el exterior..., pero mis algoritmos siguen siendo visitados ininterrumpidamente, y a penas son aplaudidos. Ininterrumpidamente visitados y ligeramente leídos durante dos años. Nadie necesita leer tantas veces unos artículos tan cortos - y triviales.
¿Entonces qué pasaría con esta tecnología? ¿También sería leída y, al mismo tiempo, no apoyarían al autor? ¿Y para qué publicar entonces? Y me urge una única razón: para poder decir que he sido el primero y así chafarle a otro el mérito sólo por ser de una hermandad amiga. Y es una buena razón: una vez más las recompensas las reinventarán para no tener que dármelas. Volverán a ser cínicos y no cumplirán.
¿Me vale la pena volver a acudir a la prensa? ¿Volver a acudir al rey? Está claro que no. Tienen una reacción automática: delegarlo a quien lanzará unos pares llenos de envidia y odio. Ya lo he vivido. Y es un asco.
Otra opción: montarme una conferencia. Y no irá nadie porque no tengo poder de convocatoria. Nadie me conoce, ni tengo referencias. Ni me devuelven los correos las pocas referencias. Estoy fuera.
Se me ocurre algún aliado, sí: con el que vengo trabajando los artículos de filología. Pero obviamente esta no es su temática - y no quiero tirar piedras sobre mi tejado, pegar un intento en falso podría acabar por quemar todos mis barcos; por lo que si saliera mal me quedaría aún peor. Y nada apunta a que tiene porqué salir bien.
Por eso no tiene sentido que haya que hacer una conferencia.
Exponerlo en Youtube podría tener fuerza.
Tendría que convertirlo en un producto final que haga sangrar los ojos de lo evidente que sea.
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