Volverá a pasar y tras el silencio...

Volverá a pasar y, tras el silencio atronador, descubriremos acongojados en qué nos hemos convertido. No seremos más que el reducto de un resultado que siempre nos asqueó.




El Panfleto 3 - I

He visto vuestro futuro, y yo no estaba en él. Aquello por lo que lucháis y de lo que os sentís tan orgullosos. He visto vuestros triunfos, vuestros trofeos. Allá van vuestros héroes, no sé distinguirlos de los que también llamáis corruptos ¿Cuál era esa otra palabra? La antigua..., villano ¡Qué cosas! ¿Censuraréis las historias de héroes y las maravillosas? Supongo que es lo único que os queda.

Me pregunto si sois capaces de hacer una mirada crítica o si necesitáis creer que todo seguirá igual. Porque no será siempre igual: cuando llegamos a un límite de personas una mala organización provoca que los animales se enfrenten entre sí de manera caótica.

El movimiento Bundschuh, la primavera árabe, el 15M, las distintas llamadas a una Internacional..., no fueron un fracaso más que el triunfo del fracaso de la evolución humana. Y, por ello, sólo hay una manera en la que vuestra forma de ser reaccionará: incumpliendo vuestras propias normas.

Cada vez que se rompe la estructura del sistema los medios miran a otro lado: éstos se ocupan de la propaganda de lo establecido. Y, en el fondo, lo necesitáis. Lo requerís. Y es por ello que, poco a poco, os iréis encontrando con lo único que deseáis: vuestra propia autodestrucción. Se nota por cómo os comportáis; por todo lo que ignoráis expresamente.

Y no..., no son estas las palabras de quien se ve fracasado; son las palabras de quien cree que no pasará mucho tiempo antes de que llegue el hard reset. El momento en el que la economía volverá a caer de manera frustrante para quien invierte, y entonces se volverán a buscar las soluciones en quienes menos capacidad tienen para maniobrar - otra vez. Pero claro, ¿qué significa hard reset? Significa dos cosas: lo primero es que será una crisis económica, no financiera. Lo segundo es que nada será como antes.

Pero, ¿qué será el final? ¿La crisis del coltán con la no llegada a la singularidad tecnológica? ¿La crisis del oro con la pérdida de la confianza del petróleo? ¿La crisis de los recursos humanos con la llegada de la singularidad laboral robótica? Vivimos un trilema mientras sigue avanzando el tiempo, y parece que la gente no se da cuenta: no hay maniobra, si una crisis no aparece se alimenta la otra. Y esto es inexorable. Algo tendrá que caer.

Y cree el rico que el año que viene seguirá siendo rico. Y yo, que soy pobre, me da la impresión que sé más de sus finanzas que él mismo; pues no sé ni cómo ni cuándo, pero sé que se equivocará. Y pronto.

Luego vemos cómo poco a poco el planeta se va desgastando, mientras China amenaza al mundo con exportar al resto de China el modelo de su capital. Miedo debería darnos, pues no tenemos medios ni legitimidad para frenar la guerra de la toxicidad entre EEUU y China.

Sabemos que Fukushima cayó no por un accidente, sino por abaratar la confiabilidad de las instalaciones. Pero quienes mejor lo saben son cualquiera menos los que siguen confiando en el sistema, necesitarían antes no ser neoliberales; socialdemócratas.

Vuestro esquema, socialdemócrata, sé muy bien en qué consiste: vuestro amado líder se pone detrás de un atril y dice "voy a resolver ese problema X que tanto os prometí que haría" y entonces redacta una ley que limita a algunos a conseguirlo y, dentro de esos, sólo a los que no superen ciertos baremos...

Tú, socialdemócrata, eres un completo imbécil. Y lo sabes. Porque te sientes satisfecho de una promesa en la que nunca creíste, pero le diste valor. Satisfecho por una ley que nunca leiste, pero le diste autoridad. Satisfecho por una aplicación que nunca experimentaste, pero que diste fe de que se daba. Nunca has sido estadista y das lecciones a los demás sobre lo bien que funciona las propagandas y los contubernios de los políticos que trabajan en los medios haciéndose llamar periodistas.

Sabes que todo cuanto digo es la realidad y sabes, además, que necesitas negarlo porque tu lógica te dice que de ser así, y lo es, ningún niño querría tomarte en serio como referencia moral, ningún criminal querría aceptar tus criterios de reinserción y, en definitiva, no habría manera de dar ejemplo.

Pero te quejas, porque tan pronto me das la razón luego me gritas: "¿y qué hacemos entonces, qué propones?" ¡Cuántas veces lo habrás oído! Que si no votar, que si elegir a otro líder en tu partido, que si apagar las luces, que si..., ¿demasiado complicado esperar un comportamiento masivo? ¿Y por qué no empezar a difundir las cosas como son? ¿Por qué no denunciar exponiendo los nombres de quien te presiona? ¿Por qué no eliminar a los molestos?

Ya tuve la oportunidad de dirigirme a un gran hombre..., dicen que el más poderoso. Bien, da igual. Influenciado por otros, como ya sabemos; temeroso por su familia, por lo que le pudieran hacer. Pero no dudé ni un instante en aprovechar los momentos de seriedad para darle unas pocas consignas: "¿qué hacer con esos funcionarios que manejan el estado profundo? Tú has sabido despreciar a los que te perseguían y te has hecho indestructible, pero algunos tenemos mucho qué perder: una familia". Destínalos lejos, rodéate de los que te sean fieles; y mantente informado de los movimientos de tu enemigo.

Sun Tzu no era un simple estratega de guerra: fue el primer politólogo, fue el primer criminólogo. Se ocupó de organizar a sus tropas, tanto las aliadas más viejas, como las que aún tuvieran algún tema pendiente. En sus victorias está la demostración de que hay una manera de hacer para limpiar lo que huele mal en el sistema. Se pueden echar lejos. Se puede denunciar. Se pueden exponer.

Hasta que la gente no vea la mierda recorrer las calles no se asquearán. Hasta que la gente no huela la mierda asentarse en su día a día no se preguntarán. Y, si tanto les molesta, esos que dicen "¡huele!" ganarán respeto a aquellos que dicen "otro se encargará" ¿En qué tipo de mundo quieres vivir: en el que la gente grita huele o en el que la gente dice que otro se encargue?

Al final olerá, y no se podrá limpiar. Entonces llegará la tragedia y la frustración; los hijos no respetarán a sus padres y quebrarán todas sus tumbas. Ése será el tercer acto de esta estúpida comedia.


Ahí lo dejo.
No sé si volveré a escribir aquí.