lunes, 28 de agosto de 2023

Tipos de interés a la mitad

Tenemos varios modelos económicos que fueron propuestos en los años 80, por un lado tenemos lo defendido por Barro y Gordon en 1983 sobre cuál es el papel que tiene la autoridad monetaria sobre la política económica de los países en los que influye: si aumenta el tipo de interés por encima de lo esperado entonces el empresario tiene un dinero extra que no le da a los trabajadores y que, en concepto, acabaría provocando un aumento del tamaño de la empresa; si el aumento del tipo de interés se queda por debajo de la espectativa entonces los trabajadores experimentarán un aumento de su poder adquisitivo para aumentar el consumo.

Otro modelo teórico y de juguete lo tenemos en Shapiro y Stiglitz en 1984, donde se plantea que gracias a esos salarios altos, quizá provocados porque no se sobredimensionaran los tipos de interés, se consigue que el tiempo de espera que necesita un trabajador para volver a trabajar aumente para así conllevar a un aumento de la productividad en la empresa. Ese aumento de la productividad, asociado con una bajada del tipo de interés sobre su valor neutro, provocaría un aumento del paro en la población.

Todo eso en teoría..., supuestamente desmentida en 2008, al comprobar cómo tras subir los tipos de interés no se reducía el paro ¿Sorpresa? Bueno..., ¿qué está pasando?

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Me viene recuerdos de la universidad cuando conocí al verdadero John Nash por primera vez. En esa época yo tendría una veintena y éste..., ¡los que llevara encima! El hecho consumado era que mi cuerpo era capaz de frenar a un toro por los cuernos, mientras que a él lo podría arrollar hasta una mera mariposa. Sin embargo, la impresión que me dio entonces era que mis matemáticas, que eran terriblemente innovadoras en un aspecto que jamás he publicado (y está en ciernes usando la teoría del protolenguaje para hablar de ese álgebra), si para mí me generaban fascinación... John Nash era como un arroyo de ganas que no sabía de dónde las sacaba, ni yo mismo era tan impetuoso con las matemáticas ¿qué vio él que no veía yo? Tanto él como su esposa se involucraron, ella más comedida..., pero el asunto es que tuve que decirle que no era capaz de seguir tanta ímpetu, no tenía su jovialidad.

Muchos años después, incluso después del accidente de tráfico que los mató a ambos, veo en Facebook una persona que propone el comienzo de un álgebra que podría incluso perfeccionar lo que yo venía desarrollando. Así que le hago saber que esa relación era fascinante, increíble..., y vuelve a repetirse: el jovencito que dio esa aportación no entiende nada de nada. Ese es el mundo de las matemáticas y la teoría de grupos: los que están entrando en el grupo aún no saben cuál es el verdadero significado de lo que es una simetría, y lo que puede llegar a hacerse con ellas.

Ahora bien, la tecnología existe y es materialmente funcional. No es un juguete teórico, como en ocasiones solía decir John Nash sobre su trabajo..., siendo humilde de más.

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Los modelos matemáticos en los que se fundamentan los economistas que gobiernan el mundo tienen una única base común: dentro de la teoría de juegos formulada por primera vez por [el mí(s)tico] John Von Neumann, el uso algebraico que tiene el equilibrio de Nash al justificar un modelo estable que no pueda ser fácilmente criticable mediante un proceso comparativo. Es decir, el equilibrio de Nash significa: cómo adoptar una política que dé el pego, no te asegura que sea la mejor política, pero sí que representará un mínimo local de costes. 

Lo mismo ocurre con la programación conexionista: no es que digamos que el resultado sea el óptimo, pues de hecho el conexionismo es incapaz de dar un resultado globalmente óptimo, sino que su resultado será en la práctica irreprochable. Esto es, en la medida en la que ha podido elegir el mejor de los modelos irreprochables (el mejor de los equilibrios de Nash si fuera una competición) a la hora de adoptar una política (entiéndase "política" por cómo lo definimos los informáticos, no por cómo lo definen los socialdemócratas - política no es el estudio del poder, sino la correspondencia entre lo que se sabe y el cómo se actúa).

Cuando el conectivismo centra su atención en encontrar los invariantes y, de ahí, que el proceso para alcanzar su maduración pueda no ser lineal, el conexionismo centra su atención en salvar el tipo. Lo cual no es para nada reprochable en un mundo lleno de necesidades y para problemas cuyas reglas suelen ser finitas para así comparar todas las posibles soluciones locales.

Pero no..., no voy a contar mis batallitas de abuelo. Voy a ver si me centro en el objeto de estudio...

 

LA PUÑETERA INFLACIÓN

La realidad del mundo en el que vivimos está lleno de extorsiones e instituciones que afectan a la propia democracia. Si se espera que sean los ciudadanos los que decidan el futuro de su propia economía está claro que eso, en un mundo global, no va a ser así: ya papá autoridad monetaria pensará por ellos. El régimen monetario es el que determinará qué país tendrá paro, cuál podrá ver mejorados sus proyectos..., pero lo mejor es cómo lo hará: si decimos que un dios todopoderoso y omnisciente debe ser muy mala onda al permitir tantas injusticias, lo mismo se podría decir de las autoridades monetarias ¿Realmente las autoridades monetarias son "malvadas" o "perversas"? Eso es lo que les gustaría poder decir, así no quedan por lo que son: unos completos inútiles.

A medida que pasan los meses los precios se disparan, lo noto en mi tienda: si quiero afrontar el impuesto estatal, el impuesto bancario, el impuesto del seguro, el impuesto de la guerra en los proveedores (de comida), el impuesto de los costes energéticos o el impuesto sanitario en años anteriores cuyo hueco hay que rellenar todo eso deberá meterse en un único modelo para establecer qué precio debo ponerle a los productos que vendo en mi tienda sabiendo que afectará negativamente al número de ventas en la medida que sobrepase al precio justo en donde situaremos la demanda de mi mercado. Ahora bien, ¿nos damos cuenta? Son demasiados impuestos como para pensar que voy a tener margen con respecto a lo que espera la gente de los productos de mi tienda, por eso en la medida en la que le afecte también a mi competencia nuestro mercado deberá asumir un aumento del precio justo. Y ahí no hay teoría de juegos que prevea esa modificación, ¿me equivoco? Pues la teoría de juegos no se plantea nunca cambiar las reglas del juego, y por tanto el equilibrio de Nash no es aplicable en la medida de que su teorema no es tan general. Al menos el que presentó en 1951... Y es que el álgebra y la teoría de grupos llega hasta donde llega, puede comerse mediante la ley Lithe probabilidades bajo funciones de distribución sobre la decisión a adoptar, pero no familias de funciones que de distribución que no terminen de parametrizar la función de ganancias.

No quiero extenderme en tecnicismos. El caso es que los modelos de los años 80 están basados en cómo se veía la economía en esos años ¿De verdad que nada ha cambiado desde entonces?

Las autoridades monetarias fueron creadas para evitar que en la globalización económica hubieran países donde acabara floreciendo la pobreza, mediante el paro o la desigualdad extrema. Para eso se controlaban los tipos de interés de las monedas, así los malvados papá estados no podrían extorsionar a sus ciudadanos. Para eso ya estaba papá autoridad monetaria. 

Quizá una adquisición brillante en esa clase de puestos directivos fue De Guindos: se marchó de allí porque decía y cito casi textualmente "se aburría". Es decir, el mundo hecho unos zorros y los que supuestamente son los que pueden jugar mejor la baza no ven los retos, no ven la emoción de la toma de decisiones... Quizá vean más la frustración, al fin y al cabo tenemos la agenda 2030 - que es otra muestra de que las autoridades monetarias están más de testigos que de acusados en este juicio que estoy marcando. Aunque cobrarán una pasta igualmente, y ocurre que los más gañanes serán los más propensos a quedarse para fingir que pueden adoptar decisiones estables - que hay equilibrios de Nash ¿Los hay? ¿Hay un tipo de interés neutro? ¿Saben cómo calcularlo? ¿Saben por qué no pueden si no?

Inútiles.

En los años 80 las relaciones laborales eran diferentes, y en el año 2008 se acabó por demostrar la trinidad imposible. El problema es el de siempre: se está jugando bajo unas reglas donde se incorpora un intermediario que no necesitamos. Pasa como con los sindicatos, el conflicto es la necesidad de un sindicato - ni hacen falta partidos políticos para la participación ciudadana, ni hace falta sindicato alguno para poder denunciar una actividad fraudulenta..., salvo que la fiscalía esté secuestrada. Ahora bien, si cambiamos el modelo, el régimen, cambia todo.

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En EEUU cada vez es más difícil encontrar gente que quiera trabajar (en las condiciones que se ponen) y para atraer a los trabajadores se les ofrece cantidades enormes de dinero (que no parece atraer a los jóvenes). Esos modelos no ayudan a comprender que el que capitaliza los problemas y no se centra en la calidad del producto al final provoca mucho caos en la economía. 

Tampoco ayudan esos modelos a comprender que el rico quiere ser superrico, que el aumento del tamaño de la empresa no está en los intereses de muchos empresarios, que preferirán meter el dinero a plazo fijo en un banco para así estancar la economía más allá de los cálculos keynesianos. Así, dependiendo de la clase de empresario que tengamos, un aumento de los tipos de interés podría provocar una reducción de paro, y una bajada del tipo de interés podría provocar un aumento de la productividad y de la expansión del país. Sin embargo hay engranages que se sobreentienden: un empresario no buscará alianzas políticas que conforme oligopolios, no se gastará el dinero de los trabajadores en tarjetas black propuestas por sus bancos, no aumentará su plantilla con directivos que finjan saber de la materia y les hagan la pelota como vasayos... Esa realidad es muy pesada y cara, y hace que los modelos económicos no funcionen.

Si los empresarios fueran trabajadores de la gestión de la empresa, y no necesitaran más ayuda de la necesaria, entonces se les debería de reconocer dentro de la plusvalía el valor de los costes de sus riesgos a corto plazo y el valor de la dotación a la amortización a muy largo plazo. 

Pero no, la idea de jerarquía empresarial consiste en colocar a un señor para que parasite del trabajo ajeno. Así va a ser muy difícil que un santo modelo matemático prevea qué pasará con las empresas. Esto es, con los años, las arpías se reproducen para crear la reina arpía formada por la unión de varias arpías ¿Y cómo se mata a una reina arpía? Reduciendo los tipos de interés a la mitad.

- ¡Si reduces los tipos de interés a la mitad entonces aumentará el paro y la desigualdad en todos los países para así producir pobreza extrema!

No, si te cargas a las empresas sobrantes entonces tirarán lastre y los que trabajen serán un ejemplo de meritocracia. A un año vista, los que estén en el paro tendrán un enorme poder adquisitivo como para formar sus propias empresas. Lo cual suena paradógico..., pero es que el dinero se lo han llevado los bancos, con su tipo de interés fijo (¿recordamos la trinidad imposible?) así que hasta que no entre en circulación para invertir en la economía del país..., los modelos no podrán funcionar. 

Hay que cambiar el parámetro constante con el que se calcula la demanda, cualquier debate sobre los costes marginales o el aumento del tipo de interés de manera suave no tiene ningún sentido. El cambio de los tipos de interés debe provocar un cambio radical en la demanda como para pasar por una fase de deflacción, que no es negativo para la economía cuando hay tantas riquezas estancadas en especulación económica.




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