viernes, 2 de junio de 2023

Unos postulados sobre la akraxia

La creatividad es lo opuesto a sufrir akraxia. Tener cierta capacidad para aportar cosas nuevas supone confrontarte todo el tiempo contra las fuerzas que subvierten tu voluntad o tu prudencia. Por eso la impresión personal que pueda tener una persona que siempre está dándolo todo es que, efectivamente, se siente muy limitado por lo que le gustaría hacer y no puede.

Aún así existen formas objetivas de quedarse satisfecho por cómo lo hacemos: se trata de mirar atrás y observar todo aquello en lo que has formado parte, en tu capacidad para hacer cosas nuevas y que funcionen para mejor. Por eso, siempre es bueno relajarse y mirar atrás - para no agobiarse con la ansiedad, lo cual podría llevarnos a otras formas de akraxia. Es decir, tan pronto como creemos que lo que bloquea a las personas son unos parámetros en concreto descubrimos que hay otros que también lo hacen. Por lo que hace falta una teoría más general de lo que realmente tiene que ver con este concepto.

Y, efectivamente, ésa es la idea de esta entrada.

Para empezar hay que introducir algunos postulados que no suelen ser mencionados, debido a que se suele trivializar el problema de akraxia a algo propio de la autoayuda. Esto es, se hace imprescindible determinar en el efecto bola de nieve que puede producirse cuando una persona es víctima de ese estado anímico.

Postulado 1. Cuando hay una ruptura entre la idealización y la justificación aquello que no fue su causa y que encaje como tal se incorporará formará parte de toda la sintomatología de la akraxia.

Esto quiere decir que existen distintas maneras de interpretar ese término, pero algunas de ellas son incompatibles con otras - o son contrarias directamente. Por lo que tras escoger los vectores que establecen la base que explicarán los síntomas, ésta será el propio perfil.

Postulado 2. Lo que es buen consejo en unos no tiene que serlo en otros. Lo que motiva a la akraxia puede ser relativo a la depresión de la acción o la incitación de la acción, cuando ese descuadre provoca la imprudencia.

Igual que podemos considerar negativa la procastrinación también lo puede ser la hiperactividad; esta hiperactividad implícitamente puede ser un mecanismo interno para otro tipo de procastrinación, es decir, lo que motiva al cerebro a hacer algo puede ser para tener la sensación de no hacer otras cosas. Ese podría ser un enfoque válido de lo que entendemos por la trasversalidad de la debilidad anímica mental que supone ese problema. Es decir, fomentar la depresión puede provocar la excitación interna, y fomentar la excitación puede fomentar la depresión.

Postulado 3. La consciencia solo mezcla distintos estados anímicos mentales cuando éstos se observan desde distintas perspectivas entre el corto y el largo plazo.

Esto significa que si bien he llegado a decir que se puede sentir ansiedad y depresión al mismo tiempo en este caso diremos por simplicidad que se debe considerar dentro de un ámbito de tiempo solo uno de esos estados anímicos, para luego considerar que también puede estar en otro estado contrario en otro ámbito de tiempo diferente. Por ejemplo, deprimido a corto plazo dentro de un estado de ansiedad a largo plazo.

Podría incorporar unos cuantos postulados más, pero tengo ganas de empezar a describir el modelo teórico. Al fin y al cabo, ya he comentado que este blog no es el lugar idóneo para defender una teoría en condiciones y, por otro lado, hay que decir que no soy neurólogo y, por ello, no es conveniente suponer que sé de lo que hablo solo por haber dedicado innumerables horas de estudio. Así que la siguiente teoría se debe considerar producto de un aficionado, dentro de la vulgaridad que supone no ser lo suficientemente explícito en muchos aspectos que más de uno consideraría imperdonable no mencionar. Y, por otro lado, huelga mencionar que probablemente esté mezclando conceptos que no deban ser mezclados - pero aún así, como este modelo se me ocurrió en una noche que me tomé un redbull, pues lo expongo y ya.

Por motivos difíciles de explicar, y que probablemente no tenga del todo consolidados, la base debe ser de cuatro valores, coincidiendo con las cuatro funciones del lenguaje de un semiacto en mi teoría del género único. Y es que este tratado al final encajará con una teoría muy peculiar que estoy desarrollando por la cual se relacionan protagonista y antagonista para, dependiendo del modo, uno vea cómo su historia se termina y el otro no (cuando el héroe concluye su historia con final feliz el villano sufre un tipo de akraxia). La frustración bien se puede considerar una sensación que se hace compatible con todas la causa original..., pero ya veré si desarrollo esa teoría en condiciones.

La forma más básica de akraxia será la procastrinación, que se da por cuatro posibles motivos: inefabilidad, abstracción, miedo y pesadez. Sus estados contrarios directos son: ultracontrol, proselitismo, adanismo e irrupción. Quien es víctima de lo inefable se le puede aconsejar que factorice, analice, desmenuce las partes del problema, que recoja los marcos, las funciones del lenguaje, las ideas... Así aumenta el control de la situación. De la misma manera, la víctima de la abstracción necesita concretar lo que debe hacer, evitar términos abstractos, establecer el comportamiento mediante un esquema que una las partes, vincular las ideas haciéndolas pragmáticas, resumir lo que se supone que se debe hacer en cada momento a una frase sencilla. La víctima del miedo bien podría confrontarlo viéndose como nacido para resolverlo, riéndose de las consecuencias, o incluso siendo el artífice de la creación de consecuencias mucho peores para hacerlo más emocionante. Y contra la pesadez lo mejor es adaptar el ambiente para crear una mayor dependencia a lo externo, su sorpresa, al drama que se monta alrededor; como hacer eso mismo mientras se ve la tele, si fuera compatible.

Hasta aquí lo más simple; nótese que quien tiene problemas de akraxia por inefabilidad no puede ser víctima del ultracontrol. Una persona que se obsesiona con controlar todos los aspectos de una actividad al final se centra demasiado en el continente y descuida el contenido. Es un vicio que se ha creado innecesariamente en contra de su objetivo. Esto puede producirse, por ejemplo, si en vez de hacer la actividad está más obsesionado con lo que hay relacionado con ella. Y es por ello que acaba haciendo cosas innecesarias y contraproducentes. Pero claro, si hace eso de más no tendrá problemas con lo inefable que resulta la actividad, para esa persona esa actividad es de lo más trivial - y por eso se ha obsesionado por lo accesorio.

Así al par inefabilidad-ultracontrol lo llamo AA, a abstracción-proselitismo BB, a miedo-adanismo CC y a pesadez-irrupción DD. Y, en combinación con los postulados anteriores, la akraxia no nos la motiva uno de esos pares, sino los cuatro. Y entendemos que es por depresión o por excitación. Por lo que aquí observamos 16 cuadros diferentes, que podrían resolverse con tratamientos supuestamente diferentes o parecidos.

Ahora estudiemos las otras cuatro combinaciones que se requieren según el álgebra que se viene demandando; para ello les voy dando un nombre diferente que pueda ayudar a entender su naturaleza.

AB: divinización-demonización, BC: vergüenza-borrachera, CD: timidez-desparpajo, DA: dependencia-sometimiento

AC: intrusión-supremacismo, BD: pesimismo-extremismo, CA: fobias-filias, DB: depresión-ansiedad

AD: paranoia-masoquismo, BA: frustración-cinismo, CB: dolor-placer, DC: martirio-sadismo

Visto así, la apraxia no es la elección de una de las cuatro líneas, sino una combinación de cuatro elementos de manera que, una vez colocados, los pares nombren una permuta de cada letra; es decir, al final la excitación y la depresión deben quedar compensados.

Por ejemplo: ABBACCDD, si lo separamos en posiciones pares e impares - ABCD/BACD vemos que son dos permutas de ABCD.

De esa manera, según este modelo, la depresión XXXXXXDB posee 288 variantes en su estado sincrónico, es decir, sin tomar en cuenta el que se mezcle con otros estados anímicos en otros ámbitos de tiempo.

Partiendo de este modelo podría retomar a las cuatro recomendaciones que solía hacer cuando un presentador de TV se congelaba ante la cámara..., pero eso es el tratamiento. Antes voy a introducir también la idea de los ámbitos de tiempo:

Como ocurre en el fútbol, o en cualquier juego de estrategia, importa la técnica, la táctica, la estrategia y la política que se tiene. Entendemos la técnica como lo que afecta a la memoria temporal, como saber controlar el balón de fútbol. La táctica, sin embargo, intenta centrarse en cómo obtener una ventaja en el juego (dicen que en el fútbol a la táctica se le llama estrategia, y viceversa, pero es lo de menos), la táctica es hacer una pared con un compañero, doblarlo o pasar a un punto caliente. La estrategia intenta pensar en cómo afrontar el partido entero, a grandes rasgos; como la alienación, si se quedan en defensa..., y por último la política, que es lo que trasciende a todo esto, pues se centra en cómo afrontar las consecuencias del partido según la liga: no es lo mismo jugar sabiendo que vas a ganar la liga, que hacerlo obligado a no empatar. Así, vemos cuatro estados anímicos que pueden solaparse fácilmente dependiendo de en qué ambito estemos trabajando: flagrante, inmediato, cortoplacista y largoplacista.

....

Este modelo creo que me da buena vibra. No sé..., veré si lo combino con otras teorías y con mi experiencia personal.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

Entradas populares