No he visto la serie, pero me he decidido a verla; en sustitución a formar parte de ella. Hace poco tuve acceso a una información compartida en difusión a varios usuarios, en ella invitaba a los aspirantes a formar parte de una conferencia donde se expondría una tecnología - según el caso, relativa a deep learning y cosas por el estilo.
El asunto es que tengo múltiples innovaciones, y me consta, para compartir. Podría dar referencias, que de hecho tengo muy a mano, y probar a montar un articulillo suave como los que escribía en Medium. Un artículo que daría no más de una decena de referencias, que tocaría solo unas pocas cosas diferentes y expondría alguna tabla suelta con resultados recogidos de primera mano.
No me llevaría más de un día, si lo hago con ilusión; y no tengo mucha actividad en la tienda. De hecho, hoy podía ser ese día, y es para mañana para cuando tendría que entregar el documento formateado. Hasta ayer estuve desarrollando el producto en exclusivo javascript, para hoy empezar a sacar estadísticas. Como ya lo había probado un poco, no me resultaría difícil comprobar que funcionaría de nuevo, aunque esta vez lo haría "en masa". De ahí para luego compartir los resultados...
Me imagino qué pasaría después. No recuerdo los distintos deadlines, pero para cuando reciba respuesta: o ni me responden después de todo el trabajo, o me dicen una poyez como un piano que cualquier indocumentado refuta. Es decir, o no me responden o me insultan a la cara. La última vez, los de Nature, encontraron una manera sintetizada de no responderme e insultarme al mismo tiempo: convertirme en pre-researcher. Entonces yo lo vi como algo positivo (al fin y al cabo no tenía ni puñetera idea de lo que era eso). Bueno, mucho tiempo después lo acabé descubriendo: es la nueva fórmula de control al disidente. No te dicen que no, pero tampoco te dicen que sí; tu destino es un purgatorio donde se mantenga todo en la espera. Como si un par representara ante mí una especie de deidad superior, y tuviera que besarle los pies.
La cosa es que ante tanta desfachatez lo mejor que puedo hacer es sacarle provecho a mi tecnología para mi beneficio personal. El problema es que ni España ni Europa son lugares donde sacar nada en provecho; si no soy capaz de vender mi libro, ¿cómo voy a ser capaz de vender tecnología? Hacer conferencias es fácil, montarlas exige un poder de convocatoria que no tengo. Voy a una agencia de viajes, o al propio banco, y tampoco me ayudan en esa tarea: se supone que soy yo el que tiene que traer a la gente - cuando ese es justo el problema. Cuando solicité ayuda a la casa real, a la prensa, etc..., que si naranjas chinas: ese broadcast solo sirvio para que tuvieran la oportunidad de elevar a quienes se me oponen.
De hecho eso es lo único que veo: aquellos que podríamos llamar "mis enemigos", signifique lo que signifique eso, son los que tienen oportunidades ante aquellos a los que he pedido ayuda. Aquellos que DICEN ser mis aliados, o que en el pasado lo dijeron cuando hablaron conmigo, en realidad es COMO SI me dieran cuchilladas por la espalda. Claro, es el mismo DICEN y el mismo COMO SI. Todo entre bambalinas.
Lo asumo: mis conocimientos, mis aportaciones, mi tecnología..., no puedo compartirla. Pero tampoco parece que pueda sacarle provecho: antes necesitaría un mercado. Por eso me he planteado transformar mi currículo al de creador de videojuegos - lo cual me lleva a lo de siempre: si no he podido vender mi libro, ¿por qué iba a saber vender mi videojuego?
La cosa es más triste de lo que parece: en todas partes ha subido el precio de los productos, en mi tienda no para poder llamar a la gente - pero aún así no viene la gente. Lo cómodo para muchos será decir que la culpa es mía: pues bien, eso justifica que acabe muerto - porque soy culpable. En eso consiste el juego del calamar, es a lo que debemos aspirar.
En el juego del calamar, al menos, la gente iba menos engañada. No hay nada más superficial como ganar en ese juego; y es la clase de juego en el que nos obligan a encontrarnos: ¿qué pasará si consigo todo lo que necesito? Es decir, me invitan a dar una conferencia en Suiza para mostrar mi producto, lo enseño, la conferencia - como no podía ser de otra manera - la culmino dentro de la ortodoxia de manera correcta para responder a cada pregunta y, finalmente, supongamos que consigo hasta un aplauso por mi aportación. Claro - ¿luego qué? Me he gastado un dineral para ir a Suiza y poder publicar en un journal. Pero todo el esfuerzo se va a quedar en nada. A nadie le va a interesar realmente mi aportación por muy innovadora que sea.
Ya he hecho otras aportaciones cuyo título era sangrante, y obligaba a comprobar si era cierto. Entonces se podía comprobar que no había mentira detrás, pero aún así nada cambiaba. Todo seguía igual, y entonces me quejaría de que volvería a mi kiosko para no obtener ninguna clase de reconocimiento material - sería una nueva forma de síntesis entre que te manden a la mierda y te digan una poyez como un piano. Solo que ahora además has perdido tu tiempo, has tenido que pagar por una estancia y has tenido que entrar en su juego mortal donde muy probablemente esté también invitado el propio anfitrión con toda su perversión.
Creo que debo aceptarlo: mi perfil es el de un indigente. Le doy click a ofertas de trabajo, pero eso no significa nada. Ya no me creo nada de nada. Y poco a poco la cuenta de mi banco va en barrena... ¿De qué me sirve que le diga a mi banco dónde quiero que inviertan si luego me cosen a comisiones? Y eso cuando no le siguen el juego a las invenciones de Hacienda y su manera de multar como indocumentados. Sigo sin ver mi propio capital como propio, ni veo un proyecto de futuro en algo claro.
Cada opción es como un nuevo juego donde el que pierda acabará muerto, y a la gente le parece hasta normal. Me parece todo esto un juego de muy mal gusto.
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