lunes, 27 de diciembre de 2021

El frugívoro que probó la sangre

El homo sapiens nació y evolucionó siendo frugívoro, sin embargo durante generaciones tuvo que sobrevivir buscando calorías - y los que las encontraron devorando carne sobrevivieron. Sin embargo nunca dejaron de tener los dientes y el sistema digestivo de un frugívoro. El ser humano nunca llegó a adaptarse a esa alimentación que le era antinatural. Tan sólo creó una nueva tradición, lo combinó con una tecnología y, a partir de ahí, sobrevivió.

El chamán creó la moral y el jefe de la tribu marcó el paso contando historias de sus actos heroicos, y los jóvenes repetirán las hazañas para luego preguntar cómo llegar a ser grandes guerreros. Unas pocas tribus, muy pocas, incorporarán historias de mujeres que violan a hombres en ciertos territorios - y ahí se verán matriarcas. Pero las sociedades que probaron la sangre quedarán marcadas por las historias de confrontación, donde el varón siempre tendrá ventaja. Nuestro instinto igualitario se vio sometido ante una realidad emergente que colocaba a la especie en una situación desesperada de supervivencia.

Y es que no hay que olvidar que pocos hombres rodeados de muchas mujeres pueden hacer sobrevivir sus genes, pero pocas mujeres rodeadas de muchos hombres es más improbable. Por eso en situaciones extremas el homo sapiens puede llegar a sacar lo peor de sí mismo.

Una de las mejores cosas que le pasan a todas las especies es cuando conocen su límite poblacional. Una plaga que se ha extendido en un ecosistema puede llegar a destruir toda la biosfera, para observar cómo la propia especie sucumbe en un infierno superpoblado..., si la biosfera no tiene la vida suficiente para ponerle remedio.

Un planeta muerto, como lo podría ser un recipiente de cristal de laboratorio, puede albergar una población de ratas mientras las alimenta siguiendo alguna clase de fórmula - pero sin crear una biosfera. Las ratas podrían ver crecer su población hasta asumir la fórmula de nutrición, el límite del recipiente de cristal..., pero también podrían adquirir la inteligencia suficiente como para cambiar su comportamiento y volverse caníbales, gentiles que no atacan ni procrean, betas sumisas a las más violentas, etc... Ahora bien, si fuera una biosfera ese recipiente también tendrá una temperatura, y las mutaciones de las siguientes generaciones dependen de esa temperatura, así como los virus y microorganismos... Cuando en una biosfera hay una plaga el planeta debería de tener un mecanismo para fumigar a algunas personas, o de lo contrario sería peor - muchísimo peor. Una pandemia es toda una ricura en comparación con lo que puede llegar a suceder si el planeta Tierra no tuviera esos mecanismos.

Han pasado algunos años, muchos han perdido de manera horrible a seres queridos. Y nadie nos dice que después de esta crisis vayamos a salir mejores - puede que se adopten formas de gobierno mucho más autoritarios y horribles. Puede que nos copiemos de lo peor de China, en vez de lo mejor. Pero de la misma manera, hay que pensar cómo serían las especies si no tuvieran pandemias. Puedo entender que las bacterias es algo que no tiene porqué comprenderse, las bacterias emergieron para dar paso a la vida; ahora bien, ¿para qué existen los priones y los virus?

Cuando una especie se degenera y no es capaz de incorporar en sus costumbres una manera de convivir mínimamente razonable es normal que la unión del resto de las especies conformen un sistema que se le oponga. Y es que hay poco margen como para sentirse orgulloso de nuestra especie. Porque tan pronto como todos somos conscientes de que hay un problema, independientemente de que la convocatoria sea un acto sencillo siempre hay movimientos reaccionarios a los que se les da mayor credibilidad: porque el acto es demasiado simbólico y no cambia nada, porque el acto es demasiado meticuloso y se espera que todos lo hagamos, porque el acto es demasiado costoso y conque unos pocos no lo hagan todo se va al traste, porque el acto exige unos compromisos casi inasumibles que en cuanto uno no lo haga parecerá el rey de la selva... Da igual cómo se exponga, cómo se proponga, cómo se explique, lo que se explique, lo que se proponga o lo que se exponga... Siempre los reaccionarios gozan de peso por muy irracionales y poco falsables sean sus posiciones.

Negacionistas de cambios climáticos que no ven el peligro que corren sus vidas y las de sus seres queridos, negacionistas de los efectos de alguna contaminación sobre sus vecinos o sus propias familias, negacionistas de que el planeta poco a poco se va intoxicando más y más y que hay que tomar medidas..., y se creen guays.

Entonces las historias se tornan en torno a esos tipos guays. Los patriarcas se vuelven más crueles y los chamanes se olvidan de que en realidad forman parte de este mundo como cualquier otro. Los nuevos chamanes dan consejos financieros y no se autoconsideran chamanes, pero tampoco son ingenieros, ni científicos... Y pretenden expandir sus consejos filosóficos de economía sin un criterio coherente a la hora de responder a resultados conocidos. Sólo saben usar trucos de magia en las palabras, pero que no pasan un tercer grado en cuanto les azuces un poco. Se manejan con el clásico ad auctoritas ¿Y cómo se pilla a uno de esos? Preguntándole por esos términos que usa, por sus fuentes. Y si te desprecia por ello se le dice: ¿y por qué hablas conmigo si no tengo ese nivel?

Pero quería tocar un tema que sí debería de helar la sangre y que provoca que merezcamos el exterminio. Por eso, el que haya leído hasta aquí, espero que le haya servido de filtro por si se va a sentir ofendido por lo siguiente - porque lo tiene en sus genes, y no lo hace una gran persona. Yo mismo he tenido que luchar contra eso, y observo a las grandes mayorías masificando ese comportamiento asesino.

Cuando un individuo empieza a destacar la especie necesita un verdadero patriarca para que la tribu sobreviva. Así que si no cumple las espectativas de un gran guerrero o de un gran cuerpo para su reproducción entonces no debe ser líder, es tóxico. Y la reacción que tienen algunas culturas es la de dar un golpe seco en la zona occipital para que ocurra una de dos: o muera o adquiera la discapacidad de no reconocer rostros o recuerdos a corto plazo. Es la manera natural de evitar que sea el líder de la tribu, y el homo sapiens tiene ese comportamiento heredado.

Yo jamás he tenido la necesidad de atacar a nadie por la espalda. Lo más parecido que me habrá pasado fue la vez que en el colegio, con trece años, uno que era más grande que yo me ofendía constantemente haciéndome luz de gas - y lo que hice fue saltar sobre su espalda para tirarlo al suelo. Ése ha sido mi único ataque físico por la espalda. Ni una piedra, ni un proyectil de ningún tipo..., nunca por la espalda. Salvo que haya sido advertido y te la dé expresamente - que no cuenta. Porque si tienes que detener a alguien no eres responsable de la dureza de su detención - obviamente hablo de ataques en frío por la espalda, cuando no son esperables.

Y a pesar de no ser yo así, sí he sido víctima constante de múltiples ataques por la espalda. Ataques a la misma zona de la cabeza, o simples puñaladas traperas de gente que decía ser amigos míos. Puñaladas en forma de acusación difamatoria llenas de inventivas, o puñaladas en forma de patada gratuita cuando estaba agachado. Es bastante más habitual de lo que parece.

Y aún pueden empeorar mis testimonios. Hablo también de cómo un juez de lo penal, detrás de otro, admite esos comportamientos. Cuando en cualquier país civilizado dar constancia oficial de algo tan horrible sería motivo de expulsión del juez lo que se ha visto en la región de Murcia es una defensa continua de la costumbre de dar un golpe seco no consentido a la cabeza a modo de saludo por parte del alfa a un supuesto beta. Un golpe que se oye a varios metros en una sala silenciosa. Un golpe atroz que justifica una llamada a la policía, pero no una detención sobre un señor con antecedentes por agresiones y órdenes de alejamiento debido a su peligrosidad confesa. Una manifiesta intencionalidad de no cumplir la ley, sino más bien mantener la propaganda - por parte del siguiente juez de turno.

¿Y qué era lo que no cumplía yo? ¿Tener mala dentadura, ser de Cartagena, ser comunista, ir mal vestido, llevar barbas, mi actitud no complaciente...? Poco importa. Van a por el mismo, la ley es clara, pero las costumbres van por otra dirección - y los jueces tienen patente de corso. Son siniestramente poderosos.

En una ocasión, por motivo de conspirar contra mi expediente académico, unos profesores del instituto donde estudié electricidad se las ingeniaron para crear una prueba falsa en mi contra - quizá para extorsionarme si les saliera bien. Así es como piensan los mafiosos..., claro que es una pena que no tuvieran lo que hizo falta para que me lo echaran en cara: habrían sido eliminados y yo mismo habría llamado a atestados.

Lo que ocurrió es que al año siguiente el profesor del otro instituto donde acabé la formación me comunicó que tenía conocimiento de una posible actuación por mi parte de haber agredido a un profesor de ese centro..., y entonces fue cuando le comenté que si tenía conocimiento de una prueba falsa lo que debería de hacer era ayudarme a denunciar tales hechos. Efectivamente, ya me pareció raro que el profesor me dijera que le diera un golpe en la cabeza como los que recibí en la universidad ¿Qué sentido tenía que se diera la vuelta? ¿Cómo lo iba a ver? Y la discusión que tenía con él era lo absurdo de la conversación. Por eso la grabación no podía tener la voz..., a un juez no corrupto no le podrían colar esa patraña. Y eso que intenté ayudar a crear la patraña jugando con los márgenes porque me había percatado de que alguien me grababa.

Yo no podía estar en ese centro. Pero por desgracia tampoco tenía seguridad jurídica para denunciarlo. De lo único que podía estar seguro era que si corría la sangre entonces hablaría el mismo idioma que esas bestias y no acabaría en la cárcel.

La conclusión a tomar de todo lo que he comentado es desgraciadamente sólo una: la democracia no parece que vaya a solucionar nada. La cultura sería la única vía para que todos se conciencien; pero seguirán habiendo minorías a las que legalmente deberían de perseguirse... Ya sea con multas, o con penas mayores. Sin embargo, luego está la ejecución de las sentencias, de las leyes..., si contradice tradiciones ilegales entonces le juez no lo aplicará, y si lo propone entonces el cargo político no lo aplicará, y si lo propone el cargo entonces será el funcionario. La socialdemocracia tiene muchas vías para compensar la no aplicación de las normas y la compensación de las tradiciones más bárbaras que sobreviven desde hace milenios.

Sólo la sangre es lo que responde al cambio porque el modelo no respeta la ley.

 



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