Si los extraterrestres nos visitaran lo primero que tendrían que hacer es hacer un barrido para determinar qué vida es sustancialmente inteligente, qué vida podría ofrecerles alguna clase de calidad cultural. Tendrían que baremar y filtrar qué seres son intelectualmente superiores, a diferencia de simplemente inteligentes. Porque hasta un perro es inteligente.
Cuando observamos a los monos, con la capacidad que tienen para agarrarse de los árboles con sus propios pies, reconocemos una enorme inteligencia. Pero están ausentes de ese decoro social en cuanto a que a penas distinguen un cierto carácter desparasitándose mutuamente. Los chimpancés inician guerras y grandes conflictos de carácter étnico, quizá debido a la influencia de los gorilas y la escasez de alimento: ¿acaso los bonobos habrían conseguido sobrevivir ante un ambiente tan competitivo?
El homo sapiens quiere hacer alarde de su sociabilidad sólo porque sabe leer. Sin embargo, ¿eso es lo que le convierte en un ser social? A un perro se le puede enseñar a leer, a un chimpancé también..., incluso a un loro. Más de uno podría hablar de lo duro que es amaestrar a tales animales; y la cosa es que se equivocan bastante sobre cuáles son los límites de la inteligencia cuando creen que la única manera de enseñar algo a un animal es amaestrándolo.
El decoro social es lo que yo llamaría la capacidad que tiene una persona para conformar unas reglas sociales que le permita moverse bajo unas reglas. Todos los mamíferos tienen mecanismos para defender su propio decoro social: esto es mediante pautas de conducta. Una pauta de conducta se puede convertir en un rito, o en una costumbre racional... Pero cuando la pauta de conducta está asociada a un objetivo que le favorece al individuo que la inició entonces tenemos indicios de cierto decoro social.
Nos podemos imaginar encontrar en una tribu nativa un sujeto al que todos le preguntan y le hacen caso. Y, al mismo tiempo, se observa cómo éste no parece ocupar ningún puesto relevante en la sociedad: no se pone grandes joyas, una hermosa corona, buenos ropajes... Parecería que es un líder nato y ya está. Pero claro, ¿qué es el liderazgo? ¿Se podría decir que es signo de inteligencia o de torpeza? Cuando se es un líder de esas características todas las personas que le siguen sacan más provecho de su relación con él que él mismo; pero como acumula tantas amistades en suma gana como el que más.
Es posible determinar cuándo un individuo da muestras inequívocas de ser interesante: principalmente por cómo se comportan con él su entorno. Sin embargo, ¿cómo reconocer a un verdadero sujeto influyente que sea interesantemente inteligente de uno que no tiene ese mínimo decoro social?
La respuesta está en una cuestión fundamental: ¿es capaz de responder a un anarquista? Es decir, cualquier sujeto que no sea capaz de estar a la altura de un debate técnico-científico de manera que deje en ridículo a un anarquista no puede presumir de tener el suficiente decoro social.
Si un sujeto que defiende amalgamas y absurdos prolijos a la hora de organizar una sociedad no tiene una respuesta rigurosa y válida para sus disquisiciones absurdas de una vida orientada en la ley del más fuerte entonces es como cuando le enseñamos a un perro a leer: los signos de sociabilidad son adquiridos, como producto de un amaestramiento. Y entonces su capacidad para dialogar no será interesante.
¿Hasta qué punto el ser humano ha sido capaz de demostrar que está a la altura del intercambio cultural con una civilización que sí sea social? En cuanto pienso en los putos jipis... No, mejor un banquero que sólo piensa en su beneficio personal.
¿Realmente hay evidencias de que nuestra civilización posee alguna clase de decoro social? ¿Son los problemas más importantes atajados por los más señalados?
Iba a escribir un test..., pero me ha dado un...
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