Mientras el gobierno sigue difundiendo el miedo y la mentira muy probablemente sostengan la necia teoría de que así es más fácil de gobernar. Cree el que no controla que proyectando sus miedos sobre su trabajo así podrá controlarlo.
Pero se puede colorear el contenido de manera superficial, y el contenido será siempre el mismo.
Lo vemos en la manera que tienen los ensayos técnicos que intentan abordar un tema X. Tema que se hace polimorfo dependiendo de cómo se defienda:
Cuando X se defiende de manera oscura, con mucha humildad transmitiendo que no hay manera de abordar el tema. Cuando el texto se divulga y los pares aceptan sólo una manera de publicarlo orientado al oscurantismo..., a esa X lo llaman consciencia.
Cuando X se defiende con mucho orgullo, presentando múltiples maneras de calcularlo. Cuando se puede expresar de muchas maneras y todos los textos científicos son capaces de mencionarlo aun no teniendo base alguna para hacerlo..., a esa misma X lo llaman inteligencia.
Cuando X se presenta como un programa de estudios, presentando múltiples asignaturas que abordan el tema en cuestión. Cuando se expone en formato de carrera universitaria y se factoriza en asignaturas para estructurar su definición y crear un profesional en el campo..., a esa misma X lo llaman informática.
Cada cual se atreve a darle una definición de lo más diversa, inteligencia artificial, autoconsciencia, awareness, atención, computabilidad, etc... Pero se trata de lo mismo: en el sentido de que ninguno de esos campos ha sido correctamente delimitado, pues son conceptos abstractos que se solapan con una altísima correlación. Es decir, o se tiene una perfecta definición para cada uno de esos términos o no es lícito negar por necesidad que se trate de la misma cosa.
Y lo veo continuamente: textos que se desarrollan bajo distintas literaturas para enfocar la misma cuestión una y otra vez.
Es como si volviéramos a la edad media y repitiéramos los mismos miedos superfluos que ellos tenían a modo de pregunta. Con las mismas avanzaremos tecnológicamente, aparecerán nuevos campos: que si neurociencia, bioinformática, telecoinformática... Y se seguirán repitiendo la misma pregunta, no se establecerán las respuestas pertinentes, sino que se seguirán incrementando las preguntas para negar los postulados.
¿Qué pasaría si dijéramos que consciencia es cualquier rasgo de inteligencia que no es susceptible de ser medido? Entonces no valdría la pena esa definición, salvo para negarla dentro del campo de las ciencias.
¿De qué sirve escribir sobre un término donde un par no puede saber si realmente se está hablando de ese tema en cuestión? No. Lo que hace el par es clamar a sus sentimientos: si habla de consciencia debe ser humilde. Si habla de inteligencia debe ser presuntuoso. Si habla de informática debe ser asertivo.
Creo que lo que sobra en el mundo científico son las valoraciones psicológicas. Igual que ocurre en política, cuando se pone a un gobernante del que se espera que actúe con la psicología correcta. El que lleve el magisterio de la ejecución de proyectos no puede ser más que un técnico que responda a una forma de jurisprudencia o, de lo contrario, debería de ser un militar que reconozca sus propias limitaciones ante los representantes del Pueblo.
La gente suele votar según su psicología, y de ahí el psicópata siempre adquiere su mayor ventaja. De ahí a la dictadura o al caos de la tiranía.
Es la ceguera de quienes quieren estudiar la psicología del autor en una obra científica para darle mayor o menor crédito a ella. Eso es antimeritocrático. Es superfluo y lleva a la civilización hacia su ruina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario