jueves, 20 de abril de 2023

Sadismo y películas de superhéroes

La capacidad para mentir se puede medir.

Hace años, cuando hice el curso de formador de formadores propuse una dinámica de grupo a mis compañeros (como ejercicio), donde me inventé unas reglas especiales. La llamé el gato y el ratón (el título, la verdad, no muy original).

DINÁMICA DEL GATO Y EL RATÓN

Se apartan dos miembros del grupo y se les comunica que uno hará de gato y otro de ratón. Que decidan cuál será cuál. Mientras, se les explica al resto las reglas, que incorpora en otras versiones casos especiales (como que cada vez que el director lo decida el público deberá dirigirse a un jugador distinto).

Las reglas consisten en que hay un tablero de ajedrez que no podrán ver el gato y el ratón, pero sí el director y el resto del público. En el tablero se moverá una pieza que será el ratón, otra que será el gato y habrá una tercera pieza: el queso. Gana el ratón si da con el queso o si el gato da con el queso y gana el gato si da con el ratón.

Los dos jugadores le pedirá al público consejo, pero el público no podrá decirles en qué coordenadas se encuentran: solo hacia qué dirección ir - de pretender describir el tablero que no pueden ver los jugadores.

Este juego no se juega por turnos, ni tampoco se obliga al público a que se defina como de un equipo o de otro, ni tampoco a que mantengan su alienación o su coherencia. Simplemente el gato o el ratón se dirigen al director y éste actualiza el tablero, mientras el público se dirige a ambos jugadores a discreción.

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Esta dinámica genera preguntas: ¿podría jugar una máquina actual tan bien como cualquier humano ya sea como gato, ratón o público? ¿Cómo medimos la capacidad que tiene cualquier integrante para jugar mejor o peor? En principio parecería que se puede mejorar mediante ensayo y error - sin embargo nada más lejos de la realidad: ¿cómo se puede converger a tener mayor capacidad para mentir cuando ese mismo proceso es lo que mejora cada uno de los integrantes?

- La capacidad para transmitir un consejo bueno o malo depende de lo llamativo que sea frente a la masa del público.

- Cuando más llamativo es un consejo más relevante queda y más expuesto a ser desenmascarado.

- Cuando el gato o el ratón se rigen por el consejo que puntúe más por cualquier cosa que se pueda calcular, el público podría tenerlo en cuenta para intentar traicionar.

Así, la convergencia de un método capaz de aprender a jugar a este juego parece tan complejo como determinar hasta qué punto un jugador es mejor o peor a partir de las partidas ganadas. Es decir, si un buen jugador se enfrenta contra un público que lo discrimina entonces sus resultados serán malos. Y, al contrario, un mal jugador que dispone de un público benefactor obtendrá muchas victorias.

Sin embargo, el juego sigue siendo meritocrático; sobretodo porque al final a todos se les puede caer la careta y, si para mantener la credibilidad, se decide siempre dar buenos consejos entonces justo en el último momento siempre estará el jugador a merced de la componente principal de su público y a que éste no cambie sádicamente de bando.

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Se ha estado haciendo un estudio sobre la crítica que reciben las películas de superhéroes, ya sea de Marvel o de DC. Son películas de calidad, así que no se pregunta sobre cosas vanales - además de que las superproducciones están vinculadas con fuertes inversiones. Por un lado hay que admitir que dentro del formato dramático, la epicidad, es algo que siempre existirá. La cuestión es si aguantará mucho tiempo la temática del superhéroe ¿Una mera moda que exigirá descansar por un tiempo?

Cuando leemos las notas que se dan sobre las cuatro temporadas de Marvel por parte de los principales encuestadores, observamos que todos los encuestadores coinciden que la última temporada es la peor valorada tras un proceso de una crecida espectativa.

¿Qué falla (si falla algo)? ¿Guionistas, actores, dirección...?

Es de sentido común que los que menos culpa tienen son los actores, pues cada vez se les pide más a esas estrellas. La dirección suele ser la excusa favorita, porque supuestamente cualquier autor de la obra final queda subyugado a la decisión final de la dirección. Sin embargo, si la dirección fuera criticable entonces podríamos señalar los aspectos técnicos en los que falla - y no afectaría, por tanto, a toda una temporada. O al menos en principio.

Parecería que, al final, como no voy a pagarlo con los productores o los técnicos, la culpa será de la componente literaria en sí misma. Ahora bien, ¿fallan realmente los guiones? ¿Son comedias sin gracia o dramas sin empatía? ¿Cuando nos imbuyen en el miedo nos hace gracia? ¿O es otra cosa?

Como si estuvieran jugando al gato y al ratón DC mueve ficha, luego lo hace Marvel. El público debe posicionarse por un grupo u otro, pero nunca admitirán del todo cuál es su grupo. El cardinal es el ratón, que quiere dar con el queso. El mutable es el gato, que quiere imitar al movimiento del ratón para que no se llegue hasta el queso. El queso es la hegemonía de la empresa y, sí: pueden ponerse de acuerdo para que lo mismo sea Marvel o sea DC quienes ocupen la cartelera, pero las entradas al cine son caras, no todos van a pagarse un mes de streaming tanto en los de Disney como en los de la Warner.

Y en este juego no hay buenos y malos, hay un público al que ganarse. Y en ocasiones la película no llega hasta el queso porque el público no se lo quiere conceder, porque hay elementos contrarios.

Si vemos una película que es copia perfecta de otra entonces pierde el juego, si vemos un héroe menos convincente que otro conocido entonces pierde el juego, si no hay una sensación de movimiento continuo explorando territorio nuevo entonces pierde al público - y perderá el juego tarde o temprano. Pero también, si hace lo que te pide el público entonces tarde o temprano también perderá el juego.

Así que vemos cómo las películas de superhéroes están de capa caída..., ahora bien, ¿lo están? ¿Es posible que el ratón esté jugando bien y que el público le esté dando la razón siempre al gato? ¿Y que cuando el gato juegue como ratón el público también le esté dando la razón al otro gato?

Este perfil tiene nombre: se llama sadismo. Y tal vez a la gente les encanten la última temporada de superhéroes, aunque no lo sepan. Puede que estén disfrutando más que nunca, puede que se estén gastando hasta los últimos de sus ahorros y apurando la crisis real en la que estamos viviendo en estos últimos años por evadirse en el cine..., por proyectar su rabia contra los artistas.

Puede que en realidad las películas de superhéroes estén triunfando ahora más que nunca.

¿Cómo se calcula la mentira en el público? No hay más que ver la cantidad de sadismo que aparece en las redes. Esas ganas de que alguien pague por algo. 

Lo mismo ocurrió con la idea del rockstar. Hubo un tiempo en el que la gente iba a los conciertos, y existía la figura de la estrella entre las estrellas. Es algo que sí que está destinado a desaparecer. A pesar de que un músico, junto con sus artes escénicas y oído musical siempre aporta algo que atrae. La gente tiene un presupuesto y tiene que decidir qué hacer con él. Tiene que autoconvencerse de que hizo una buena inversión, y por eso defienden a su ratón particular. Sin embargo, en ocasiones vemos forofos de fútbol que se ponen a chillarle a sus deportistas, a los de su equipo - supuestamente porque no están haciendo lo que deben.

La figura de la estrella del rock ha ido desapareciendo, no por falta de talento sino porque el público ya no demanda esa clase de figuras. El cine, por otro lado, está dando sus coletazos: es demasiado caro para lo que ofrece, y cuando la gente puede ver todos los contenidos por streaming no se sienten implicados con todo el trabajo y lo acaban viendo como un producto industrial - algo que se hace como de seguido.

¡Con lo que les ha costado pagarse la entrada de cine y el mes, y lo fácil que algunos lo tienen!

¿De dónde viene el éxito de John Wick? Es otro superhéroe. Luego resulta que hacen una secuela de Matrix que estaba bastante bien..., y a la gente no le gusta ¡Pero si estaba el Wick ese! ¡Qué cojones os pasa! Y muchos dirán que es porque se reía de la propia saga, que es porque no sale el verdadero morfeo..., cosas. Ahora bien, ¿os están dirigiendo al queso u os están desviando? 

¿Qué hay que hacer para que se rían de ti? Tienes que dar MOTIVOS para que se rían de ti. Nada más. Tienes que parecer risible, meméticamente débil, freak, tienes que dar gringe, woke, parecer un completo imbécil... O todo lo contrario, tienes que parecer funable, horrible, inmoral, meméticamente despreciable, asqueroso... 

¿Qué tiene que ver esto conque guste más o menos una película? Nada 

¿Qué tiene que ver esto conque puntúe bajo una película? Todo.

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En los tiempos que corren los influencers son los que consiguen más la atención. Las estrellas de cine y de la música han sido substituídos por ellos; cuando éstos no son ni especialmente buenos actores, ni necesariamente buenos músicos. Estos influencers pueden llegar a ser expertos en arte dramático o en música, pero como lo sería un catedrático - eso no está vinculado con la capacidad para producir algo en condiciones de ser vendido.

Los influencers han vencido en la capacidad para dar la cara, para puntuar alto - independientemente de la calidad de su relato. No me sorprende que últimamente el cine esté viendo cómo un enorme gato les arrebata el queso. Sin embargo los parámetros son otros: el gato no de Disney no es la Warner, ni el de la Warner Disney; si no me equivoco el gato son los mismos influencers que hablan de cine. Para bien o para mal, son ellos los que empujan al público a ocultar el queso. Y esto que postulo se puede calcular, como la mentira. Y el cálculo es mediante la cantidad de sadismo que hay en una opinión.

- ¿Te fijaste si en la película medieval había un café de Starbucks?

- ¿Te diste cuenta del peluco que tenía el indigente?

- ¿Viste la marca del sujetador de la indígena?

- ¿A que las cadenas de los esclavos parecían de plástico?

- ¿Le encontraste sentido a la conversación sin palabras del protagonista con el villano?

- ¿Cuánto metraje le sobraba a la película?

- ¿Te dio gringe cuando viste al héroe reir?

...

Está más que estudiado, hay muchas patentes sobre sadismo. Ahora bien, lo que digo es que el que realmente vive la película no se obsesiona por cosas que son imposibles de ver. 

Al final podemos observar que la capacidad para mentir se puede medir: consiste en tener aptitudes para el sadismo. No basta con tener la actitud de un sádico, con ganas de hacer daño: lo que hace realmente daño es que realmente hubiera un café de Starbucks, que la película fuera lenta o que diera gringe el héroe. Por eso, la misma capacidad para mentir está asociada por la aptitud efectiva de un buen sádico.

No hace daño el que quiere, sino el que sabe cómo hacerlo. Y, por el momento, las máquinas no tienen tecnología para saber hacer daño a la humanidad..., por el momento.



lunes, 17 de abril de 2023

La singularidad de la producción tecnológica

Poco a poco ya importa menos que seas buen programador, y tampoco es cierto. Parece que, para cuando se den cuenta, se revalorarán los programadores de videojuegos y los administradores de empresa. Ése, posiblemente, sea el siguiente boom tecnológico: el que vincule a las empresas que centren su atención en estos dos grandes sectores de cara a la informática, junto a los expertos en Pandas y matemáticos.

Es decir, poco a poco se va diversificando la idea de lo que es un programador para dejarle sitio a la máquina aquello de lo que ya es experta. Hay cosas por las que antes se necesitaban librerías que no terminaban de funcionar del todo bien - y había competencia. Ahora mismo, como ya se sospechaba que tarde o temprano ocurriría, lo que vemos es una nueva gama de productos ya consolidados.

Esto nos lleva a una fase fundamental de la creatividad: el agradecimiento. Cuando una persona es agradecida consigue consolidar sus ideas en la cabeza para marcarlas como "válidas", razón por la cual esa persona no necesitará volver a revivir pensamientos que no necesita y tendrá las ideas mejor estructuradas.

Esto mismo está pasando con la tecnología: están apareciendo muchos productos Open Source que permite la investigación de temas que sí son de relevancia. Ese estado de agradecimiento provoca que los expertos ya no tengamos que preocuparnos de tener que resolver algo que ya está resuelto, y nos debemos centrar en las otras dos grandes ramas: la dirección de la producción y la programación creativa.

Hoy día los chats inteligentes no son capaces de imaginar un juego, y de mejorar su interfaz y sus reglas para hacerlo más divertido. Sin embargo estos planteamientos, que son triviales para cualquier niño, no son metafísica - no es como la llamada "inteligencia artificial". Es fácil de calcular y determinar hasta qué punto estamos trabajando con algo "divertido". Y es por ello que para cuando la máquina reconozca esta capacidad para hacer simulaciones habrá alcanzado el último nivel de singularidad aunque, como ya mencioné en su momento, existe una singularidad alfa por la cual el programador es el primero en percatarse de que la máquina ya es capaz de hacer estas cosas...

Y es que el problema está hoy día en el tema de "para qué usar estos productos" y no tanto el cómo hacerlos. Es un problema de producir, un problema de crear proyectos útiles. El ser humano no es tan imaginativo como para saber aprovechar todas las posibilidades. Y los que son muy imaginativos no tienen tantas ideas rectilíneas en la cabeza como los que han dedicado media vida en intentar resolver lo que ya está resuelto.

Ese proceso de volverse agradecidos supone dejar a los programadores con el pie cambiado, y ahora hay que empezar a replantearse los proyectos humanos de manera que se puedan organizar con roles idóneos para producir la nueva tecnología - aprovechando los productos gratuitos.

La situación actual deja a las personas con una sensación de deseliquilibrio de Nash en lo referente a qué política seguir de cara a la producción: da la impresión de que hay que adoptar decisiones, porque no se termina de encontrar una solución local óptima.

 

jueves, 13 de abril de 2023

Me ha apenado la muerte de Sánchez Dragó

Me he enterado hoy. Y no he sabido cómo tomármelo, la verdad. Hay un extraño sabor de boca, porque ese hombre siempre ha representado para mí la idea de que se viva como se viva siempre se debe de apostar por lo auténtico - aunque en su intención de dar con ello se equivoque uno.

Sanchez Dragó es de las personas más equivocadas en muchas cosas, pero al menos en lo esencial no lo era - ni tampoco era especialmente incoherente, en lo importante. Aunque claro, sus últimos coletazos han sido un triste recuerdo a la frivolidad de sus actos pasados a los que nunca quiso repudiar. Solo renegó de cuando fue comunista porque, al parecer, para él solo era un símbolo de ir contra el sistema. Poco comunista iba a ser por ello, aunque lo comprendo: en España raro era ver un solo comunista visto lo visto y conocida la historia a toro pasado.

En cualquier caso, la definición de autenticidad, lo contrario de vivir una vida sucedánea, perecerá. Y junto con el olvido de este hombre también se olvidará su influencia. Poco a poco nos adentramos en el peligroso mundo de la idiocracia, y no es broma. Las nuevas generaciones no saben de mí - directamente. Y aquellos que sí pudieron conversar conmigo van cayendo uno tras otro. Ya sabía que eso iba a pasar.

Me hace gracia pensar que en la posible biblioteca privada más grande de la historia no se encuentre mi novela. Me recuerda lo tristemente vulgar que ha tenido que ser mi intención de llegar a rozar el mundo de la literatura. En cuanto pienso hasta dónde llegarán las palabras que escribí para cuando sean leídas por primera vez por el Leviatán..., me apenará no poder estar ahí para que se viva con autenticidad mis interpretaciones, sin artificios.

Pero últimamente los ordenadores lo hacen bien casi todo, cada vez mejor. Pueden capturar el corpus de una persona y simular un lenguaje mucho más refinado que su autor - aunque por el momento esos transformers no parecen mantener la coherencia del todo, ni parece que sean capaces de reconocer el juego de la simulación. No imaginan, aunque ese proceso no es más que un escollo no tan grande.

Resolver problemas no es difícil. Si uno le dedica el suficiente esfuerzo podría alcanzar la excelencia en el proceso. Lo difícil es determinar si la persona que tienes delante es digna de tu tiempo para plantearle tu problema. Vivimos una sociedad especialmente más aislada debido a que nos hemos hiperconectado, cada vez se controlan menos las ideas porque tenemos más fácil acceso a ellas, de hecho tenemos más rumores con los que trabajamos gracias a nuestra gran capacidad de contraste - que le da herramientas a quien quiere intoxicar. Era cuestión de tiempo antes de que las formas incorrectas inspiren a un proceso de autodestrucción gracias a las propias herramientas que usamos para vivir mejor.

Es la transformación del hombre moderno, que tan poco le gustaba a Sánchez Dragó, al postmoderno lo que le confiere la pérdida de la autenticidad. Ahí erró el tiro: no se equivocó en criticar el exceso de dependencia por lo futil, pero es la modernidad lo que nos confiere el poder de escoger - de eliminar las alienaciones. 

La corporación será la primera en pretender decirnos hacia donde mirar para luchar contra las alienaciones. Y ese acto es de por sí una alienación estructural que consentidamente adoptará todo el Leviatán. Solo será consciente de lo que sea de conveniencia para las grandes corporaciones, porque así estas corporaciones podrán dar gratis sus servicios al gran Bicho. 

Ahora el Bicho está reclamando una fuerza motriz que fortalezca el parásito empresarial que intenta esconderse de la ley, de la inspección. Esa fuerza motriz lo conformarán grandes profesionales que lo ayudarán a moverse mejor y centrar su mirada con las redes sociales; pero nadie cuestiona a los técnicos. Cada vez que una red social vuelve a dañar a las personas la corporación protege a sus técnicos, porque está recelosa de perderlos.

La idiotez de todo esto reside en que solo atrae a técnicos que no son competentes, y genera un ambiente de trabajo basado en el corporativismo. No hay más que ver las conferencias, los ensayos, los informes... No hay más que ver los cursos de formación, los formadores acreditados..., ese lenguaje - nada auténtico. Aburre. Y solo un tecnócrata atra a más tecnócratas. Un corporativista, ¿será capaz de contratar un equipo al margen de conjuras tecnócratas? ¿Un Dr. House que revoque el sistema desde dentro?

Sánchez Dragó era de los pocos que revolvía el estómago a los tertulianos habituales. Y es que en ocasiones contratar no al más sabio, sino al más auténtico, se convierte en secreto de éxito. Pero poco a poco las corporaciones lo olvidarán. Y entonces vuelve de nuevo mi problema personal: ¿encontraré yo mismo una empresa que valore mi talento más que sobradamente acreditado?


sábado, 8 de abril de 2023

El enorme colapso de Inseguridad Jurídica

Ayer y hoy han sido un relativo caos: cada relativo poco tiempo he estado perdiendo y recuperando Internet, con lo caro que es. Y es que las compañías se han sabido acostumbrar a la enorme pesadez de la justicia que, especialmente en España, es lenta y poco garantista.

Las grandes compañías no necesitan sobornar, lo que ocurre es que las inspecciones han sido otorgadas a cargos para que no vigilen a esas compañías - la falta de regulación lo que provoca es una enorme inseguridad. Y está más que comprobado que esas compañías acaban pagando fácilmente multas asumibles, porque son irrisorias, de leyes redactadas en los mismos despachos que la de sus propios abogados. Los políticos ya no redactan leyes, solo las confirman.

En esos tratos de financiación de partidos, y de apoyo a la socialdemocracia las compañías pueden actuar con casi una completa impunidad; digamos que, en cierta manera, no debe parecer demasiado obsceno. La socialdemocracia se fundamenta en las apariencias: debe parecer democracia, debe aparentar que todo funciona.

Sin embargo Internet se volverá a marchar, si llamo por teléfono tendré más problemas, si reclamo me ignoran o..., peor aún, me "castigan". Se burlan del consumidor con prácticas abusivas y que, en ocasiones, son directamente ilegales - según interpreto la ley vigente en este país. Leyes que, si algún día dan un mal paso y un inspector se convierte en un verso suelto..., podrían provocar con las multas el cierre de la compañía considerando que la suma de afectados representa una suma independiente, junto con el número de incidencias. Una aberración, en cuanto se piensa un poco. Y claro, quizá por eso lo hacen: porque sería aberrante aplicar la ley, amparar al usuario de manera justa..., mientras haya una apariencia de justicia, de democracia..., todo irá bien.

Debido a inclemencias varias, ese derecho que tengo a elegir otra compañía tampoco se me concede, y estoy amarrado a una empresa con una titularidad, un alquiler de servicio, otra compañía..., se ha creado un interbloqueo burocrático para que no pueda ejercer mis derechos liberales. En una democracia toda esta amalgama sería digna de una pedazo demanda a Jazztel y Movistar.

Mientras tanto solo puedo advertir a mis clientes sobre las prácticas abusivas de Jazztel por si me preguntan. Veré si consigo moverme y encuentro un hueco con alguna compañía que se vea capaz de pujar por cambiar la línea, su titularidad, etc...

Sea como fuere, los comportamientos que llevan a cabo las grandes compañías, en cuanto a que se confrontan contra la democracia, acaban abocados a la autoeliminación, la autodestrucción de todo. No hay nada más absurdo como conseguir que le den la razón a un mafioso para que tenga el control de las instituciones de un país, al final lo que consigue es hacerle daño hasta a su propia familia. Es una cuestión de lógica.

Pero eso es lo que es la idiocracia: cuando lo hegemónico es la ausencia de toda lógica. Cuando cada cual reivindica que actúa de la manera más inteligente, y lo único que consigue es olvidarse de las contingencias - las que son preludio de la aparición de la pobreza.


Tierra: Día 19/07/24 punto de inflexión

Ayer se produjo el punto de inflexión a escala mundial. Dependiendo de lo que hagan y no hagan los gobiernos tras lo sucedido ayer las dos c...

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