Capitalismo: tanto tienes, tanto vales. Antes de perder mi zénit en influencia (últimamente estoy consiguiendo que incluso 10 personas me lean, ¡WTF!), quisiera aprovechar para intentar empujar a la gente (las diez que me lean) a que se dé cuenta de cómo sí pueden cambiar las cosas para que realmente no vivamos el infierno que vaticinó Marx sin estar obligados a usar dogmas como "la fuerza del trabajo".
Supongamos que eres una persona adinerada, gracias a los motivos que sean tienes una gran cantidad de dinero, y ahora te ha dado conque quieres que te besen el culo. Un principio rector fundamental es conseguir hacer parecer que todo el mundo quiere besártelo para hacer que el resto también lo quiera hacer. Sin embargo, no van por ahí los tiros.
La idea es la siguiente:
- Te pones a caminar por el mundo hasta que encuentres a un espontáneo que le dé por besarte el culo, sin que se lo pidas.
- De manera anónima, buscas la manera de que esa persona consiga tener mucho dinero.
¿Qué ha pasado aquí? La ley Lithe es una ley que se aplica, dentro de la matemática aplicada en investigación operativa y, dentro de ese campo, en la teoría de colas. La teoría de colas es un compendio de modelos estadísticos que intenta representar el comportamiento de agentes dentro de un sistema que los atiende bajo limitaciones de número de agentes y de tiempo de atención marcados por el propio lenguaje.
Lo que dice la ley Lithe es muy simple: si existe una probabilidad a que ocurra algo entonces se dará en la misma frecuencia. Que es como decir: si existe una entre cien a que un español diga un taco, entonces como cuatrocientosmil españoles ahora mismo estarán diciendo un taco.
Este principio, obviamente, se utiliza con el fin de simplificar los modelos estadísticos. De hecho, posee tres limitaciones que nos recuerdan las diferencias entre las matemáticas formales (todo axiomas y lenguaje) y las matemáticas aplicadas (basado en la estadística y su aplicación). La ley Lithe, de hecho, vemos cómo nos asegura que acabaremos por experimentar aquello que sea posible si le damos suficiente tiempo para que se produzca. Razón por la cual un mal político no prevee en su programa y su orgánica posibles contigencias.
Así que, no sólo la ley Lithe nos sirve para prevenir lo que nos va a pasar, sino que además nos sirve para suponer qué podemos provocar que nos pase: ¿qué podría suceder si conseguimos hacer parecer que una persona característica por hacer X consigue el éxito? Cualquiera se preguntará que de dónde viene su éxito, muchos se lo preguntarán y nadie lo sabrá. Pero siempre habrá un grupo de personas que creerá que su éxito le viene de lo único de lo que le conocen: por hacer X.
Y lo curioso del tema es que, efectivamente, la ley Lithe es demostrable matemáticamente como un corolario del teorema central del límite, por ejemplo. Es decir, podemos elegir cualquier sujeto que haga cualquier X, y sólo tras conseguir apoyarle desde las sombras, hacer parecer que fue el hacer X lo que le dio el triunfo. Así que puedes sustituir la X por lo que quieras.
De la misma manera, podemos pensar justo lo contrario: vamos a coger al mayor de los eruditos y vamos a perseguirle. De manera anónima vamos a hacer que no pueda ganar dinero, o que lo tenga muy difícil. Así, la gente que le rodee pensará que es un fracasado y habrá cierta tendencia a que todos vayan contra él.
De hecho, esto último es más típico de lo que muchos se piensan: las personas que se obsesionan con terceros, si son unos psicópatas, descubren una sensación viciosa para ir contra el mismo o lo mismo. Decir que es como una droga no es exagerar y, de hecho, son más fácilmente identificables de lo que ellos mismos se creen.
El principal problema es cuando estos mismos rasgos viciosos los encuentras por parte de los que ocupan el poder. Porque se aburren, necesitan crear clubes, fomentar actividades asquerosas, casualmente observarlas desde el anonimato... Todo esto, la parte más tenebrosa de nuestra sociedad, es de lo más sencillo de fabricar desde cero de lo que mucha gente se piensa. Sólo hace falta desigualdad en el capital. Nada más. Y cuanto mayor sea la brecha más turbio será lo que ocurra.
Tenemos, por ejemplo la brecha que existía en el comunismo ruso entre los miembros del partido y los que no lo eran - brecha que Amnistía Internacional, no sé si fundadamente, denuncia que ocurre en Cuba con las asociaciones. La brecha social que supone estar en una hermandad o no en una universidad privada de de EEUU es la que marca la diferencia entre si vas a encontrar trabajo o no, razón por la cual la masonería encuentra sus actividades más aberrantes desde el ámbito universitario.
Tenemos también países como Finlandia o Japón, donde la brecha salarial es menor..., pero sigue siendo un misterio: ¿por qué se asocia la reducción de la desigualdad con un mundo mejor? ¿Sólo porque no hay ricos y pobres? No. Que haya ricos y pobres es una soberana tontería: el problema es cuando el rico puede extorsionar al pobre para que haga algo que nadie haría.
Es decir, ¿hablamos de un mundo donde tengas el dinero que tengas no puedas extorsionar tan fácilmente? Esa fórmula existe y se viene defendiendo desde hace exactamente cien años cuando se descubrió: renta básica universal. Con la llegada de la socialdemocracia de Mussolini y al ser Hitler el hombre del año según la revista Time, se acallaron los ecos del sentido común. Y, cada vez que recordamos la oportunidad mundial que tuvo este planeta para no sucumbir a la fácil extorsión anónima..., aún somos carne de cañón de intereses que nos son completamente ocultos.
Tenía en mente decir otra clase de cosas, pero creo que por hoy ya está bien.
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