En mis estudios por el procesamiento del lenguaje natural, he llegado a una peculiar conclusión a la hora de aprender el idioma: es posible que el marco de pensamiento que se construye alrededor del lenguaje sea mucho más inmersivo de lo que me figuraba al principio. De hecho, es posible que sea el principal inconveniente a la hora de aprender un nuevo idioma - eso si descartamos los fonemas raros que exigen un compromiso propio de logopedas.
Así, si evitamos tocar la logopedia, tenemos dos tipos de idiomas (los multifónicos y los monofónicos), además de idiomas heterogéneos como el japonés (yo diría que es un multifónico de un solo tono) y rarezas sin tono (como el idioma que se emite con chasquidos). Si nos percatamos veremos que se trata de idiomas que presentan una estructura aparentemente común, como describe Chomsky en toda su obra: un sujeto, un predicado, un núcleo en cada sintagma, un intensificador del núcleo, un sintagma que hace de adjunto... Sin embargo, a pesar de los parecidos gramaticales, se observa cómo los intensificadores son diferentes en cada idioma, obligando a tener que trabajar con adjuntos de una manera estructural.
Voy a desarrollar lo último: Si en castellano digo que algo no es muy demasiado difícil, en inglés se dice "not difficult too much". Ahora bien, en castellano "muy demasiado" es un intensificador, mientras que en inglés "too much" es un adjunto. Parecería poco importante, pero claro, bien le podríamos decir a Chomsky que era poco importante que distinguiera entre determinante y adjetivo..., y no, no lo es. Al final se encontrará como intensificador o como adjunto el equivalente, sin embargo bien podemos decir que encontrar el equivalente como adjunto del castellano puede ser una tarea bastante ardua..., en cuanto a que no existe la costumbre de hablar así.
Ahora bien, ¿cuál es la limitación? Si empiezo pensando "is not too difficult" ahí tenemos una transformación directa al castellano, palabra por palabra "no es demasiado difícil". Pero si le incorporamos un intensificador más: "is not too difficult, too much"; entonces nos vemos obligados a tener que romper la frase, cuando en castellano no es necesario.
Lo mismo pasa con el chino, si queremos decir que "camina bien" en chino sería "qi, qi hao" entendiendo que el primer verbo tendría que tener un sujeto obligatoriamente y el segundo sería para calificar el verbo como si fuera un sujeto. Es decir, otra vez hace falta repetir la palabra - o partir el idioma.
Curiosamente esto mismo pasa muy a menudo en ruso. En castellano repetir una misma palabra está mal; y me hace gracia cómo el extranjero que pretende dárselas de entendido en ocasiones elimina incluso de más para hacer cumplir esta regla, como me pasó con la editora de mi primer libro - que se tomó ciertas libertades... Ahora bien, la ruptura de una frase para continuarla de manera predicativa es algo que no me suena haber visto en castellano. Más bien aparece cuando una persona tiene que reestructurar su manera de hablar, como cuando un japonés no habla en el orden correcto y deja el verbo en mitad de la frase...
Cuando estudias tantos idiomas descubres que el orden de las palabras o el vocabulario no es realmente lo más importante, y el marco se convierte en el verdadero problema a la hora de aprender idiomas. Sin ir más lejos, cuantos más idiomas se aprenden más marcos se generan; diferente de aprender más términos en la universidad, o más jergas. Es decir, por ampliar el corpus de tu idioma o por poder hablar con más personas en tu idioma eso no te facilita aprender nuevos idiomas más que si directamente hubieras aprendido tales idiomas. Eso es porque lo que se aprenden son marcos.
He estado investigando sobre los marcos, lo cual es un metaidioma más. Y no he encontrado ningún filólogo que lo desarrollara, ni Chomsky, nuestro gran Chomsky, parece que lo haya tocado en su incansablemente enorme obra. Sé cómo elaborar un ejemplo de construcción de un marco, ya sea el español, el ruso, el inglés, etc... Lo curioso del marco es que en algunos idiomas es exactamente el mismo (español, catalán, portugués...), mientras que idiomas que podrían parecerse mucho tienen marcos diferentes (francés, catalán, alemán, inglés...). También he observado cómo a la hora de crear idiomas internacionales (esperanto, interlingua...) se acuerdan de los marcos europeos, pero excluyen automáticamente a los marcos más orientales como el chino - a pesar de que es tan numeroso.
Bien pensado, considerando lo primitivas que son todas las lenguas naturales que hay sobre la Tierra, podría considerarse el crear una lengua común basada en el marco más habitual, para ir reciclando marcos alternativos con el uso de palabras más técnicas. Sin ir más lejos, cada palabra tendrá un único significado (sin homonimias "en principio") salvo el peculiar de que sean versionables en dos países diferentes (mesa y teibol serían homónimos).
Además, la lengua común sería homófona sin irregularidades y sin sonidos por los cuales sería necesario un logopeda (como las letras capturadas por la filóloga que creó el toki pona). Todas las palabras aceptadas serían de acentuación llana, salvo sus análogas, que serán agudas. Así eliminamos las frases en negativo para sustituirlo por una preocupación por definir la palabra según la cultura del hablante (esto hace que incluso mesa y teibol pudieran tener significados diferentes aun no reconocidos en un diccionario).
Imponiendo un marco único, aquel que lo escuche con las palabras de su país le resultará sencillo de comprender y podrá entenderlo, en principio, sin mayores problemas aunque nunca haya oído hablar de ese idioma. De esa manera, tan pronto no entienda una frase sería factible insistir con otros términos hasta hacerse comprender. Hablamos, por tanto, de un mecanismo perfecto para aprender cualquier idioma: partir del marco de la lengua común.
Luego pasaría lo de siempre, que si los problemas con el acento de cada país, que si el uso de ciertos vocablos..., pero eso es algo que no se va a poder resolver salvo trabajando mucho el idioma. El acento a extranjero y el no conocer según qué detalles de un país es algo que siempre va a estar ahí. De hecho, ahí está el encanto de viajar: ves y oyes cosas diferentes.
Pero claro, si se creara una lengua común usando la metanotación que tengo preparada, ¿cuál sería el marco de referencia? ¿Pensar principalmente como un español? ¿Como un chino? No es fácil mezclar los distintos ladrillos de cada mentalidad, no porque no sean combinables fácilmente (que lo son), sino porque parecería que es un problema de ser políticamente correcto - parecería que no hay una métrica que te diga que partes de un marco son mejores que las partes de otro que lo sustituyen. O quizá me equivoque, al fin y al cabo queda mucho por investigar ¿Tiene sentido hablar de un marco ideal por cumplir algunos factores de calidad? ¿Ideal por ser homogéneo? ¿Por cumplir algún requisito de eficiencia de recursos?
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Ahora mismo estoy ultimando mi currículo para poder ofertarme como programador ¿Conseguiré instalarme Minecraft sin que tenga que instalarme demasiados controladores que destrocen mi equipo? ¿Podré ofertar mis componentes según el Framework Angular? ¿Qué perfil me conviene desarrollar? Después de la gran cantidad de ataques que ha sufrido este equipo ha acabado con controladores demasiado antiguos, ¡a saber si me conviene @@@
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Se me acaba de colgar el equipo al decirle al Windows que me actualizara los controladores..., nada que los experimentos con gaseosa. Veré si consigo arrancar el Minecraft y no me sale la pantallita negra, o si mejor me compro un equipo serio para programar módulos y crear mis planes de dominación mundial desde esa plataforma o no...
Ya se verá.
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Nada, en este equipo va a ser muy difícil instalar Minecraft. Lo mejor sería disponer de una distribución de Linux para trabajar esos temas con un cierto control, si me meto en mis propias carpetas Windows se vuelve como una de esas novias celosas y no te dejan moverte con soltura en tu propio ordenador. En ocasiones me pregunto porqué me dediqué a estas cosas.
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